Oficiará su última misa hoy tras 13 años para tratar una enfermedad
03 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«Cando a Candeloria chora... a metade do inverno vai fóra», pero si «a Candeloria ri... o inverno está por vir. Que chore, que deixe de chorar, metade do inverno está por pasar», repetían hoy en Castrelos. La parroquia acogió un año más su fiesta en honor a la Virgen de las Candelas y San Blas. Fue la edición más especial y emotiva del párroco arquitecto, don Ramiro, que oficiará hoy en solitario su última misa en esa iglesia. «Levo desde decembro cunha situación moi complicada de saúde e xa teño 81 anos. Estou cun tratamento de radioterapia e pedinlle ao obispo un descanso», explicaba ayer, antes de la misa de las 12.30 horas.
Ramiro llegó a la parroquia de Castrelos hace 13 años. «Viña do interior e nunca estivera nesta igrexa», recuerda. Tuvo que acostumbrarse a Vigo. «O oficio é diferente entre o rural e a cidade. Alí todo é máis cercano, tamén hai máis tranquilidade e aquí hai outro ambiente, pero estou moi agradecido cos veciños. Foi unha época moi bonita», dice emocionado.
«Teño que dicir que penso que Deus aínda non me quere ao seu lado», dice, entre risas. Ramiro, pese a su enfermedad, presume de que está bastante bien para su edad. «Estou para empezar e rematar unha carreira», vuelve a bromear. Ahora, que termina su etapa en Castrelos «tamén terei tempo para ir facendo outras cousas». No quiere dejar de predicar y también le gustaría acompañar a personas mayores que están solas. «Temos un grave problema na sociedade coa soidade e temos que tratar de prestarlle máis atención», indica.
Ramiro también aprovechará el tiempo para dedicarse a su familia. «Son o noveno irmán e quero pasar tempo con eles, mentres loito contra a enfermidade», indica. Además, también recuerda que «eu sei facer moitas outras cousas e que son arquitecto de profesión». A Ramiro también le gusta pintar y en 2021 presentó una exposición del Salón Carril del Pazo de los Escudos en Vigo sobre rostros de personajes de la historia. «Doe marcharse, pero agradezo todos estes anos a xente de Castrelos. Agora que teñan sorte coa vida e co párroco que virá no meu lugar», desea.
Durante su carrera, el cura nacido en Beariz (Ourense), cultivó su carrera profesional a la vez de la espiritual. Una vez finalizados sus primeros estudios viajó a Panamá para comenzar la carrera de arquitectura, que finalizó en 1969 con la especialidad de urbanismo en planteamiento de ciudades. Su tesis sobre e Le Corbusier interesó al gobierno panameño hasta el punto de plantear a los Estados Unidos un crédito de formación para la planificación de un complejo de desarrollo naval. En ese momento, Ramiro entró a trabajar en la firma norteamericana Sehay and Holzer como jefe de proyectos, pero tras algunos años renunció a la enseñanza para dedicarse de pleno a la profesión. En Panamá también le otorgaron en 1973 el premio a las mejores obras públicas y en 1976 fue nombrado presidente del colegio de arquitectos del país.
En Galicia y en Vigo su trabajo también se puede distinguir en varias obras, desde viviendas a intervenciones relacionadas con la iglesia católica.