El ingreso psiquiátrico de menores crece: «Les afectan las redes sociales»

E. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Juristas de familia de Vigo alertan del alza de internamientos: «El panorama da miedo»

24 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante la pandemia de covid del 2020, los menores no podían salir a la calle y muchos se refugiaron en las redes sociales, por lo que se disparó el tiempo que dedicaron a ver vídeos, reels o series. Algunos imitaron comportamientos tóxicos o peligrosos que veían en las redes. En los cinco años siguientes al 2020, Vigo registró una subida de internamientos psiquiátricos por orden judicial, con una proporción mayor de normal de adolescentes.

Los juzgados de familia han detectado un inusual aumento de ingresos de menores de 13 a 16 años en la unidad psiquiátrica infanto-juvenil del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Algunas fuentes atribuyen estos internamientos a que algunos de los pacientes, debido a su corta edad, no han sabido gestionar su frustración ante las grandes expectativas generadas por las redes sociales o, irreflexivamente, han hecho «tonterías por dar la nota» o por imitación.

El problema es que los ingresos siguen creciendo sin haber averiguado la causa de este fenómeno clínico. «Es muy habitual ver en la unidad a críos de 14 o 15 años, no dicen por qué están allí pero la mayoría ha tenido episodios de autolesión. Este es el quinto año en alza. El panorama está muy fastidiado, es duro, da miedo», afirman fuentes cercanas a los tribunales. «Vemos a muchos menores que están más metidos en el mundo virtual y no tienen capacidad de gestionar la frustración que les causan las redes sociales, imitan conductas peligrosas que están de moda o en algún modo les afecta, y pasan una temporada mal», añaden.

El alza de internamientos psiquiátricos involuntarios por orden judicial en Vigo tiene su reflejo en las estadísticas del decanato: en el 2018 los juzgados contabilizaron 631 casos anuales, dos años después, en plena pandemia, se dispararon a 748, y en el 2021, se alcanzó el récord de 827. Tras dos ejercicios de caída, en el 2024 repuntaron con 826. Son 195 casos más que hace seis años, un 30,9 % más. Y en el último año, la subida fue del 3,5 %.

Fuentes jurídicas explican este aumento por el exceso de ingresos de adolescentes, un fenómeno que antes no veían porque solo atendían a menores que ya padecían una enfermedad mental de base. Ahora llegan, generalmente, por protagonizar episodios de autolesión, momento en el que saltan todas las alarmas.

«No hay semana que no veamos uno o dos casos, críos de 13, 14 o 15 años. Está subiendo el número de internamientos de menores de edad, hay demasiados, pero no sabemos el por qué y ellos tampoco nos lo dicen. Hablando entre nosotros, creemos, aunque no es oficial, que tiene relación con las redes sociales, que les afectan», dice la misma fuente. Pero solo es una sospecha y admiten que no tienen pruebas sólidas de ello ni es una postura oficial. Forenses consultados ni confirman ni desmienten y se remiten a lo dicho por el juzgado.

De los 826 ingresos del 2024, entre 75 y 100 podrían ser adolescentes. La unidad juvenil tiene seis camas. Antes, los menores eran ingresados en la unidad de adultos y, para evitar conflictos con los mayores en los pasillos, no podían salir de sus habitaciones.

Antes de autorizar el ingreso en la unidad psiquiátrica, una comisión del juzgado de familia que está de guardia, compuesta por un juez, el fiscal y un forense, entrevistan al menor, generalmente a través de videoconferencia. «A la mayoría los estabilizan, están dos, tres o cuatro días, salen y les dan citas ambulatorias en psiquiatría. El panorama es muy fastidiado, ves a muchos críos y piensas que detrás de todo esto están las redes sociales», dicen las mismas fuentes.

Preocupación judicial por adultos que pasan varios días en urgencias por falta de camas

Actualmente, hay un tercio más de ingresos psiquiátricos en Vigo que en los años de prepandemia pero las instalaciones de la unidad donde reciben tratamiento tienen la misma capacidad. La principal novedad es que el Hospital Álvaro Cunqueiro abrió hace un año una unidad especial para atender a menores de 16 años y evitar que estuviesen confinados con los adultos.

Pero fuentes judiciales consultadas alertan de que está «saturada» la unidad psiquiátrica de adultos, la cual que ocupa un bloque en una planta del hospital. Las mismas fuentes muestran su preocupación porque, según las informaciones que manejan, en diversas ocasiones, «no hay camas suficientes» y los pacientes con ingreso voluntario tienen que «pasar días en urgencias», hasta que queda una plaza vacante en la unidad.

Desde los juzgados de familia reconocen su impotencia porque no pueden hacer nada por mejorar la situación de estos internos, ya que las infraestructuras o el aumento de plazas y camas «dependen del Sergas». No tienen noticias de que la situación vaya a mejorar para estos hospitalizados o existan proyectos para adaptar la unidad al creciente flujo de pacientes involuntarios.

Los adultos que tienen que dormir en urgencias varios días a la espera de una cama en planta pasan por una situación incómoda. Quien lo haya vivido sabe que en urgencias hay un continuo trasiego de camillas con pacientes y enfermeros entrando en los boxes, muchos esperan el diagnóstico sentados en butacas alimentados con una sonda de suero y se presencian escenas dramáticas entre los lesionados que acaban de llegar y sus familiares.