Newt Crafts, los libros artesanales que rescatan la memoria industrial de Vigo

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Una obra sobre el añorado tranvía es la antesala de otra que divulgará las fábricas y edificios que han marcado el crecimiento económico de la ciudad

01 ene 2025 . Actualizado a las 18:17 h.

Todavía se sorprenden cuando reciben pedidos de otras esquinas de la geografía española. David Amoedo e Iria Vergara publicaron hace casi dos años Tranvías Eléctricos de Vigo. A compañía que vertebrou Vigo y desde entonces las ventas han ido emergiendo. En buena medida, porque la obra dedicada a este icono del pasado de la ciudad es toda una pieza de artesanía que hilvanan a mano junto con Marcos Faria, el encuadernador de Hiel de Buey. Su propuesta gustó, pese a la cantidad de libros que se había editado previamente sobre el tranvía. «Hemos vendido unos 160 ejemplares, algunos con destino a Madrid, Barcelona, Bilbao…», señalan los autores agradecidos.

La publicación de este trabajo sobre el añorado sistema de transportes (desapareció en 1968, con la llegada de los autobuses de Vitrasa) será «la precuela» de una obra más ambiciosa que ya están conceptualizando y que estará dedicada a la arquitectura industrial de Vigo; «la histórica y la actual», precisan. Los artífices del proyecto colaborativo y multidisciplinar Newt Crafts quieren legar a la ciudad un libro que ponga en valor el conjunto de fábricas y edificios que representan el espíritu y el crecimiento económico de la mayor urbe de Galicia.

Tranvías Eléctricos de Vigo. A compañía que vertebrou Vigo concluye con un póster desplegable de dos metros de largo que representa todas las paradas que hubo entre la ciudad y A Ramallosa. Este colofón es un reflejo del anhelo que persiguen Amoedo y Vergara con su próxima publicación, exenta de contratos con editoriales: «Vamos haciendo esto durante ratos libres que tenemos, lo compaginamos con otros trabajos». Se marcan el horizonte del 2026 para lanzarlo. Seguramente, también influya el afán por dar rienda suelta a su imaginación y el laborioso proceso de documentación que afrontan para rescatar datos como el nombre del arquitecto, del ingeniero o el año en que se construyeron instalaciones conserveras, astilleros, auxiliares del naval y de la automoción, frigoríficos o cada una de las plantas dedicadas a la industria del hielo que tanto han definido el carácter y la forma en que ha medrado Vigo. «Incluso están previstas escuelas de formación», indican los autores.

Iria Vergara puntualiza que aspiran a reflejar el conjunto del patrimonio empresarial local «más allá de naves bonitas como Conservas Alfageme». En el proceso, están descubriendo otras «que quizás aparentemente no sean tan pintorescas» como la obra de Manuel Gómez Román en la calle de Tomás Alonso o la Panificadora, pero que «en su momento contaron con arquitectos de renombre y lo hicieron para simbolizar la capacidad de una empresa». Es por eso que David e Iria están tocando ahora tantas puertas como pueden. «Nos interesa todo, como la documentación del astillero Hijos de J. Barreras, pero también la historia actual de las instalaciones de Armón o de la reforma de Freire Shipyard», señalan mientras cuentan que les gustaría que les recibieran a fin de ejecutar un libro con datos técnicos y específicos sobre el conjunto arquitectónico industrial de Vigo. «Aunque no tanto como antes, hoy en día hay empresas que siguen realizando apuestas importantes como ocurrió con Enor en Valadares, de Alfonso Penela, o la confianza de Borgwarner en Irisarri Piñera para su nuevo centro en Nigrán».

¿Cuál es el objetivo final de todo esto? Los autores lo tienen claro. «Remover conciencias para proteger y catalogar edificios, fábricas, frigoríficos o centros de trabajo de la ciudad porque es nuestro sello de identidad» y conforma el paisaje local. «Por ejemplo, a día de hoy en la avenida de Beiramar podrían tirarlo todo abajo porque solo está distinguido el histórico edificio de Conservas Albo», lamenta David Amoedo, que pone en valor el trabajo de asociaciones como Beiramar da Xente en favor de mimar este entorno pegado al centro de Vigo y relegado al olvido durante muchos años. Un error histórico que, creen, no se debería repetir.