





El profesional vigués realizó entre otros edificios el Hospital Municipal y la factoría de Massó
22 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.«Fue una auténtica personalidad cultural viguesa», dijo la prensa de Jacobo Esténs Romero el 27 de marzo de 1959, día siguiente a su fallecimiento. Detrás quedaban 79 años de docencia y de trabajos profesionales en el ámbito de la arquitectura. Quizá no sea una de las grandes figuras de la construcción en el Vigo de su época, pero ha dejado obras emblemáticas en la ciudad y otras localidades próximas, como Cangas o Gondomar.
En 1905 se tituló en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid. Curiosamente, en la prensa viguesa de la época se recoge la llegada de su título oficial al Gobierno Civil, donde se le apremia para recogerlo. Al año siguiente, Esténs Romero ya firmaba, junto a Benito Gómez Román, la ampliación y reforma del Teatro Rosalía de Castro, que ardería cuatro años más tarde. Fue un encargo de José García Barbón.
La obra más valorada por los críticos fue el Hospital Nicolás Peña, que cuando nació respondía al nombre de Pabellones Sanitarios. Es un proyecto de 1917 en el que distribuye las dependencias por pabellones independientes, rodeados de zonas ajardinadas. El especialista en arquitectura José Ramón Iglesias consideró esta obra un ejercicio de «sobrio eclecticismo», que anticipa soluciones que después aparecen en la arquitectura regionalista gallega, como la combinación de la excelente sillería de granito con paramentos blancos, enriquecidos en este caso con detalles cerámicos.
De esa misma época es la planificación del mercado de O Calvario, aunque no se vio acabado hasta 1925 debido a los problemas que encontró el Concello de Lavadores para hallar los terrenos adecuados. No fue la única plaza de abastos que firmó Esténs Romero. En 1925, pudo ver concluido el mercado de Cangas, una donación a su pueblo del emigrante adinerado José Félix Soage. En 1929, también concluyó la plaza de Gondomar, donada por José Salgueiro, que sería renovada totalmente en 1964 por el arquitecto vigués Xosé Bar Boo. En Gondomar realizó un grupo escolar en unos terrenos donados por Manuel Losada. Fue derruido en los años 60. Hoy se pueden ver unos arcos de la fachada y una placa conmemorativa.
En el ámbito industrial, Jacobo Esténs afrontó el diseño estructural de la factoría Massó de Cangas. El arquitecto, que estaba casado con una mujer de la familia Massó, contó la participación del ingeniero Tomás Bolívar Sequeiros. El proyecto es de 1937, pero hasta 1941 no comenzó a operar la factoría. Además de la nave, de la que destacan la larga cristalera hoy completamente destruida, la torre y la chimenea, el complejo contaba con guardería y viviendas sociales para los trabajadores. Esta fábrica está incluida en la lista roja del patrimonio que elabora la sociedad Hispania Nostra.
En Vigo, Jacobo Esténs Romero tiene varios edificios de buena factura. En 1946, proyectó para Gaspar Massó un espléndido inmueble en la esquina de la plaza de Compostela con la calle de Pablo Morillo. Destaca de una forma notable el chaflán redondeado, que completa con grandes balcones, una solución de moda en aquellos tiempos en la ciudad.
En el actual número 8 de la calle de Velázquez Moreno, levantó un edificio para Ernesto López Sitja, comerciante y vicecónsul de Venezuela en Vigo. Esténs presenta una distribución simétrica de la fachada, en la que introduce un mirador curvo central y un reparto igualitario de vanos.
Jacobo Esténs Romero protagonizó una anécdota arquitectónica en Marqués de Valladares, 31-33. La familia Yáñez, promotora del edificio, exigió al arquitecto que realizara una construcción imitando el diseño realizado por Michel Pacewicz para el edificio que poseían en la plaza de Compostela. El resultado, firmado en 1922, es un neogótico con un falso torreón en el remate del chaflán.
A su faceta como profesional de la arquitectura, Jacobo Esténs Romero sumó una intensa labor como docente en la ciudad. Desde la segunda década del siglo XX, fue profesor durante 40 años en Peritos Industriales. Allí ejerció la cátedra de Estereotomía y Construcción, dando formación a la mayor parte de los aparejadores de Vigo en aquella época.
Artes e Oficios
La Escola de Artes e Oficios fue el otro campo docente donde se movió durante muchos años el arquitecto vigués. Dio clases de Elementos de construcción y, a partir de 1925, asumió la dirección del centro. Entre Peritos y Artes e Oficios, Esténs proporcionó instrucción técnicas a numerosos profesionales de la ciudad.
Dentro del propio sector de la construcción, el arquitecto también presidió el comité paritario interlocal de construcción, un órgano nacido de la dictadura de Primo de Rivera que aunaba a los obreros de la construcción y a los patronos.
También ejerció como vicepresidente de la incipiente delegación viguesa del Colegio de Arquitectos, en la junta directiva que presidió el también arquitecto Francisco Castro Represas.
Y aún tuvo tiempo para asumir en 1932 la vicepresidencia del Centro de Hijos de Vigo, una asociación, inicialmente conformada por naturales de la ciudad, que tenía como objetivo promover el viguismo. Aquel mismo año, impulsaron el regreso de los restos mortales de Bernardo González del Valle, Cachamuíña, desde el cementerio de Prexigueiro, en el Concello de Pereiro de Aguiar, al cementerio de Vigo, donde reposan actualmente.
Jacobo Esténs, que se había casado con Teresa Massó Bolívar, falleció sin descendencia nueve años después de su jubilación.