En la ciudad vasca, vecinos y hosteleros protestan al ayuntamiento porque el apagado se hace demasiado temprano
08 dic 2024 . Actualizado a las 10:32 h.En Vigo, las luces de Navidad se apagan a las 00.00 horas los días de semana, a las dos de la mañana los jueves, viernes, vísperas de festivos y fines de semana y al amanecer los días 23 de diciembre, 24 de diciembre, 25 de diciembre, 30 de diciembre y 31 de diciembre y en las noches del 1 de enero, 5 de enero y 6 de enero. El espectáculo lumínico se mantiene un tiempo similar al de otras grandes ciudades de España, pero se apaga dos y cuatro horas más tarde que en Bilbao. La urbe vasca desconecta su alumbrado a las 22.00 horas a diario y esto ha provocado quejas de vecinos y hosteleros, al contrario de lo que ocurre en el entorno de la Alameda viguesa. Unos por mucho, otros por poco.
La asociación Vigo Centro sigue batallando con el Concello por un «un Nadal sostible» y reclamando su derecho al descanso. Este año, el gobierno local fue condenado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia por los ruidos ocasionados durante dos meses del 2022 por el mercadillo y las atracciones de feria. También se enfrentó a otras dos demandas, que en este caso fueron favorables al gobierno municipal, que para la presentes fiestas ha adoptado algunas medidas correctoras para minimizar las molestias.
En Bilbao, hosteleros (la asociación de Bizcaia) y vecinos se quejan de que sus luces se apagan demasiado pronto. Piden que se mantengan más tiempo, sobre todo los días festivos en los que la gente sale más. El consistorio ha iluminado más calles este año e incluso tiene un árbol mucho más grande que el de Vigo (supera los 70 metros), pero desde el 2022 restringe el consumo energético. Dos visiones de un mismo espectáculo.
En Vigo, el colectivo Zona Centro mantiene sus protestas. Esta semana, dio a conocer que las estudiantes de la Universidad Carlos III de Madrid Daniela Alejandra Fernández, Claudia Jarillo y Ana Sobrino realizaron una encuesta sobre el impacto de la Navidad en la que participaron 1.217 personas, de las cuales un 62 % vivía en el centro y el 38 % restante en otras zonas de la ciudad. Un 64 % de las personas encuestadas, según las autoras del trabajo, consideraron que durante estos meses su calidad de vida se ve afectada negativamente. Además, un 91 % también indica que han tenido que adaptar su movilidad durante estas fechas. Un 60 % también denuncia que el ruido ha aumentado de forma considerable y opina que afecta negativamente a la calidad ambiental.