Las medidas de precaución activadas por el Concello despejaron las calles
25 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.De las escenas de familias felicísimas contemplando el fulgor de las luces en la típica Navidad de noviembre, a la estremecedora estampa de calles desérticas, aire cálido y matojos rodantes como en un amanecer posnuclear en «Garizona». Así era ayer la Navidad de Vigo en su paréntesis dominical obligado por las condiciones climatológicas adversas de viento exasperante y amenaza de lluvias a mansalva. Pese a que los bomberos realizaron numerosas salidas tratando de atender todas las demandas «a pesar de que estamos bajo mínimos», lamentaban desde el parque central de Teis, hasta que oscureció no se produjeron problemas de especial relevancia.
Las medidas de precaución anunciadas por el Concello de Vigo desde el sábado, evitaron aglomeraciones, ya que los visitantes se contuvieron al ser avisados de que dos de las atracciones principales, la noria y el árbol de la Porta do Sol, estarían cerrados.
No todas las actividades lúdicas se paralizaron por miedo a las llegada de la borrasca Bert. Los caballitos de la Porta do Sol funcionaron y también se mantuvo abierta la mayor parte de la jornada la exposición sobre el mundo de Harry Potter montada en una carpa sobre la terraza pública de Vialia, muestra de iniciativa privada que no forma parte de la programación municipal navideña.
El mercadillo Cíes Market ubicado en la Alameda tampoco registró actividad. Los vecinos de la zona disfrutaron de una tregua de la saturación de ruido y jaleo que tiene lugar en el entorno de sus viviendas. El mal tiempo reinante despejó las calles principales del centro de Vigo, que los fines de semana, y mucho más desde que se inauguró el despliegue lumínico navideño, se convierte en un ir y venir de visitantes llegados desde numerosos puntos de España y de Portugal. Pero el viento y la lluvia no aguaron la jornada a quienes ya habían programado la visita y disfrutaron igualmente de la ciudad entre las luces.