El 15 % de las viviendas de Vigo están en riesgo de exposición al gas radón

El gas radón no se huele ni se ve. Proviene de la tierra, de la descomposición del uranio presente en el suelo y tiende a acumularse en lugares cerrados y mal ventilados. Es radiactivo. Cuando una persona inhala radón, pueden quedar restos que aumentan el riesgo de contraer cáncer de pulmón. De hecho, es la segunda causa de la enfermedad después del tabaco, la primera para los no fumadores. Además, este gas es más frecuente en suelos graníticos, como los de gran parte de Galicia y, en mayor medida, los de Vigo y su área. Lo que provoca que el sur de la provincia de Pontevedra sea de las áreas más expuestas. Todos los concellos, exceptuando Baiona, registran en más del 10 % de sus hogares concentraciones superiores a 300 becquerelios (unidad de medida de la radiación) por metro cúbico, el límite que fija la Organización Mundial de la Salud para exposiciones peligrosas. Aunque el ideal que fija la OMS sería de 100 becquerelios por metro cúbico.

Vigo es la tercera ciudad más expuesta de Galicia, por detrás de Pontevedra y de Ourense. Un 15,11 % de las mediciones superaron los 300 becquerelios por metro cúbico, mientras que un 29 % está por encima de los 200 según el mapa del Laboratorio de Radón de Galicia. Estas cifras «muestran una fotografía bastante clara de la situación, ya que Vigo es la ciudad de España en la que se han realizado más mediciones», destaca el catedrático de Preventiva y Salud Pública en la USC y director del Laboratorio de Radon de Galicia, Alberto Ruano Raviña. En concreto, desde el laboratorio han realizado 622 mediciones. En el caso de Vigo, como en toda la provincia, la alta concentración se debe a las características graníticas del suelo. Además, las zonas más expuestas de la ciudad son las del rural. «Esto se debe a las características de sus viviendas», indica Ruano. El radón se acumula más en sótanos y en primeras plantas. Eso provoca que las «zonas rurales estén más expuestas que las urbanas», además, la antigüedad de una vivienda también puede marcar la diferencia. «Ahora, por ley, se debe construir teniendo en cuenta la exposición», mientras que hace unos años no se hacía.

Estas cifras provocan que Vigo sea considerada zona de actuación prioritaria por el Consejo de Seguridad Nuclear. Esto supone que, de acuerdo a una directiva europea que entró en vigor en España el pasado 22 de junio, las mediciones de radón son obligatorias en empresas situadas en planta baja o bajo rasante. Además, esta nueva norma también obliga a incorporar en las nuevas edificaciones barreras de protección entre el terreno y la construcción para limitar el paso del gas.

Ruano recuerda que la mejor manera para averiguar si una vivienda está expuesta al radón es realizar una medición con una empresa homologada. Además, recuerda que, aunque la concentración de radón en una vivienda suele ser estable, el deterioro del edificio puede provocar grietas por las que se cuela el gas. «Lo recomendable sería repetir mediciones en un período entre cinco y siete años». En caso de registrar concentraciones de riesgo «hay distintas formas de reducirla que van desde cambiar y mejorar el aislamiento a instalar soluciones de ventilación para renovar el aire de la vivienda», indica.

El catedrático de la USC también se muestra optimista con la nueva estrategia de la Xunta para reducir la exposición al gas. «Es un abordaje pionero y multidisciplinar que creo que mejorará la protección a medio plazo», destaca. El Gobierno autonómico medirá los niveles de radón en centros educativos, sociosanitarios y sanitarios, fomentará las mediciones en hogares y lugares de trabajo, creará una comisión para «coordinar e impulsar las políticas públicas» e incluirá la información de exposición al radón a la historia clínica de los pacientes del Sergas.

Los concellos con niveles más altos del área son Covelo, Mondariz, Fornelos y Salvaterra

Todos los concellos del área de Vigo, exceptuando Baiona, registran mediciones por encima de los 300 becquerelios por metro cúbico, pero hay algunos que registran las cifras más altas de Galicia como Covelo, donde un 75 % de las mediciones superaron el umbral, es decir, tres de cada cuatro casas, Mondariz con un 71 %, Fornelos de Montes con un 67 % y Salvaterra do Miño con un 43 %. Ruano recuerda que estos datos tan elevados se pueden deber a que la muestra de mediciones es limitada, ya que en los cuatro concellos solo se han realizado 39 mediciones. Aun así, en otros municipios más grandes, como Mos y O Porriño, sí que se puede realizar una radiografía más completa. El primero supera los 300 becquerelios por metro cúbico en un 35 % de las mediciones, mientras que el segundo lo hace en casi un 20 % según el mapa del Laboratorio de Radón de Galicia, una radiografía «viva que van actualizando conforme suman mediciones», destaca Ruano. Lo comparten para que la sociedad comprenda una problemática que aún es invisible para una parte de la población. Además, Ruano recuerda que el pasado viernes publicaron un pequeño documental que explica qué hacer si se encuentran grandes niveles de radón en casa.

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