El trabajador de Vigo que denunció a su jefe por acoso laboral: «El primer día, según entré por la puerta, me miró mal»

E. V. Pita VIGO

VIGO CIUDAD

M.Moralejo

El encargado asegura que él es una «persona muy tranquila» y que está «harto» de su subordinado por «desobediente» y «arrogante»

11 oct 2024 . Actualizado a las 01:18 h.

El trabajador de Vigo que denunció a su jefe por acoso laboral y lesiones psíquicas ha relatado esta mañana a la jueza su calvario en el 2022 y 2023: «Desde el primer día, según entré por la puerta, él ya me miró mal, ya tuve problemas. Cuando llegué yo veía gritos e insultos hacia otros compañeros». Tanto el empleado como su encargado siguen en la misma empresa, una contrata de mantenimiento del centro comercial Vialia de Vigo, la cual abrió tres expedientes y activó los respectivos protocolos de acoso laboral a sendos trabajadores. Entre otras lindezas, el jefe, supuestamente, le dijo a su subordinado: «Tienes las neuronas en huelga». Al final, el empleado obtuvo una baja de dos meses por depresión y ansiedad.

El encargado, que afronta un total de año y medio de cárcel, lo ha negado todo en el juicio que se ha celebrado esta mañana en el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo. El jefe recalcó que estaba «harto» de su subordinado porque era un «desobediente». Su defensa intentó probar que no sentía una especial animadversión hacia el denunciante y que ambos discutían a gritos porque el trabajador se encaraba con su superior y le replicaba.

El trabajador afectado relató a la jueza que tuvo varios episodios de agresión física con su jefe: «Me insultó y me enganchó por el pecho, me dijo 'tú de aquí no te vas'. Le pedí que me soltase, por favor, y me dijo: 'Aquí el encargado soy yo y hago lo que me da la gana'». 

El asalariado afirma que pidió ayuda a la empresa para que tomase medidas, también acudió a la Inspección de Trabajo y, ante la falta de soluciones, denunció en la comisaria de Vigo. Se quejó de que su jefe le llamaba «mediocre» o le decía que no valía para nada, además de calificarlo de «retrasado mental». Al final, acudió a una psicóloga privada para tratarse de una ansiedad y la médico le recetó ansiolíticos y tranquilizantes.

Versión del encargado

El jefe aseguró en el juicio que estaba «harto» de su empleado  y le producía un «desgaste» el tener que corregirle y estar encima de su trabajador. Declaró que «no todo es cierto, yo soy el coordinador y tengo que velar por el cumplimiento de sus tareas y los procesos para realizarlos y que son de vital importancia para mi trabajo, porque tengo que responder ante la gerencia. Si una persona no cumple con su trabajo, tareas o protocolos va a generar un conflicto. Él se ha dirigido hacia mí de forma despectiva y arrogante. Me decía a mí que yo no soy nadie para dar órdenes».

El superior negó que insultase a su subordinado, aunque admite que pudo ocurrir en alguna ocasión de forma puntual porque  «las situaciones eran constantes». «Se dirigía a mí de forma despectiva, no reconociéndome como responsable», añadió el jefe. «Le dije 'tú eres tonto' porque me decía que yo no era su jefe, si él te grita la situación es incómoda, no cumple con sus trabajos ni los protocolos marcados», afirmó el encargado en el juicio. «Me he sentado con él para decirle que de continuar en su actitud no podría continuar en el equipo», aclaró, negando que amenazase con echarlo a la calle, pero insistió en que él puede escribir informes negativos pero no despedir porque la competencia es de la empresa.

También negó los episodios de agresión física, «no son del todo ciertos». «Yo soy una persona muy tranquila que no ando lanzando insultos», contestó a la fiscal. Insistió en que su subordinado «nunca sé dónde está, hace el trabajo de golpe todo al final». Se quejó de que no le obedece: «Es un desgaste». Aclaró que él se dirige a sus trabajadores «en tono elevado» pero sin insultos.

Testimonio de compañeros 

Varios compañeros confirmaron a la Fiscalía que oyeron a través de los walkie-talkie que «nos gritaba y a él le llamaba 'persona ingrata, inútil', con tono de superioridad. A mí también me faltaba al respeto».

Respecto al denunciante, un testigo presenció hasta diez veces ejemplos de frases humillantes u ofensivas. Un trabajador ha confirmado tres episodios en los que el supervisor le agredió físicamente al asalariado que lo denunció.

Otro empleado que ya no está en la empresa confirmó que el encargado se dirigía a ellos «con expresiones inadecuadas o groseras», lo que generó un «ambiente hostil de trabajo» 

El jefe de Recursos Humanos de la empresa, que se incorporó en octubre del 2023, se encontró abierto el protocolo de acoso y luego se cerró con unas conclusiones que se trasladaron a su departamento. El protocolo incluye cuatro entrevistas a trabajadores y concluye que «había indicios de acoso a un empleado». Por ello, el directivo de personal decidió sancionar al encargado de Vigo por una infracción muy grave ya que las alegaciones del expedientado «no desvirtuaban los hechos».

El encargado recurrió y fue a juicio, del que fue absuelto. La empresa confirma que cumplió la sanción y que este año no ha habido problemas. 

A la empresa le consta que había cierta «indisciplina» de los trabajadores pero no adoptó medidas contra ellos porque no lo pudo acreditar.

La forense indicó que el «mal ambiente» en la empresa fue determinante con su cuadro ansioso-depresivo. A su regreso de la baja, el jefe dejó de regañar al empleado, el cual siguió sintiendo un malestar emocional al ver cómo este gritaba a otros compañeros.

La psicóloga privada que atendió al denunciante dijo que este tenía una «sensación muy ansiosa por un conflicto laboral» y lo puso a tratamiento.