Adiós a Adolfo Riera Besada, «Fito», corazón del histórico restaurante Cíes de Canido
VIGO CIUDAD
Pertenecía a la tercera generación del local que abrió su puertas a principios de 1900 y echó el cierre en el 2011. Sus padres hicieron famoso el congrio con fideos y el rodaballo guisado
03 oct 2024 . Actualizado a las 01:38 h.Adolfo Riera Besada, Fito para los amigos y tantos clientes del restaurante Cíes, del barrio vigués de Canido, ha fallecido a los 77 años. El empresario del sector hostelero, hijo y nieto de maestros de los fogones, representaba la tercera generación de la familia. Deleitó paladares y acompañó eventos en el conocido establecimiento, que contaba también con el hotel Estay.
El bisabuelo Jerónimo Riera Amat, empresario barcelonés, fue el fundador de este restaurante, un mítico de Vigo que no podía tener unas vistas más envidiables de las islas que le daban nombre. Varias generaciones de vigueses pasaron en alguna ocasión por su comedor, dispuestos a disfrutar siempre de platos cargados de cariño y de género de primera calidad.
Tanto Fito como su hermano Chito estuvieron acompañados del resto de la familia para seguir al frente del restaurante. Tomaron el testigo de sus padres Jerónimo y Loliña, que lograron agrandar más la fama del local con su famoso congrio con fideos o su rodaballo guisado. Todas esas mágicas recetas luego pasaron a las nueras, puesto que la mujer de Fito, María Elena Álvarez Pazó, hizo equipo con su marido y se puso al cargo de la cocina, con lo que convirtieron el Restaurante Cíes en lugar de referencia culinaria en la ría de Vigo.
El restaurante echó el cierre en el año 2011 y fue derribado en el 2015. Aquel legado que se había puesto en marcha poco después de 1900 de la mano del abuelo Jerónimo tocó a su fin. Los hermanos decidieron tomarse un descanso tras toda una vida de dedicación. Su hermano Chito, ya fallecido, lo explicaba así en su momento: «Hemos trabajado duro durante muchos años; el local tiene un prestigio y nos sabría muy mal que pudiera perderse o que empezara a pasar de mano en mano. El dinero no lo es todo».
Adolfo, trabajador incansable y abuelo entregado, era padre de cuatro hijos, Adolfo, Óscar, Raúl y Felipe, y tenía seis nietos que eran su orgullo. Aunque, como ocurre con todas las personas de buen corazón, el cariño desbordaba más allá de los propios lazos familiares y no había vecino o habitual del Restaurante Cíes que no tuviera halagos para él.