Greenpeace pone a Vigo como ejemplo de una mala gestión del bono transporte

Alejandra Pascual Santiago
A. PASCUAL VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

La campaña de Greenpeace arranca en Cangas do Morrazo. El protagonista toma el barco para cruzar la ría y llega a Vigo, donde descubre que es necesaria otra tarjeta.
La campaña de Greenpeace arranca en Cangas do Morrazo. El protagonista toma el barco para cruzar la ría y llega a Vigo, donde descubre que es necesaria otra tarjeta. TIKTOK

Inicia una campaña nacional criticando que aquí existan dos tarjetas

24 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Greenpeace encuentra contraproducente que los habitantes de municipios vecinos de Vigo no puedan emplear un mismo bono de transporte para llegar hasta la ciudad y desplazarse por ella. La organización medioambiental acaba de lanzar una campaña para defender que en España exista una tarjeta exclusiva para recorrer el territorio nacional a un precio asequible y ha tomado como ejemplo el plan de transporte metropolitano del área de Vigo, que está bloqueado desde hace más de una década. El mismo lo integran doce municipios entre los que no figura, por negativa municipal, el más habitado de todos: Vigo. Es la única ciudad gallega que no participa en el programa de Transporte Público de Galicia.

La campaña de Greenpeace en las redes sociales arranca en Cangas y el objetivo de su protagonista es llegar a Madrid para entregar al ministro de Transporte, Óscar Puente, más de 140.000 firmas en favor de un sistema único de transporte. El representante de la organización, disfrazado de abono de color verde, se despierta en O Morrazo y pasea por la terminal marítima para «llegar a Vigo en barquito» que es «lo primero que tengo que hacer». Él mismo va explicando la travesía que afronta para llegar a la capital. «Para comprar los billetes necesito esta tarjeta», dice mostrando el bono azul de Transporte Público de Galicia.

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Con este permiso cruza la ría y desembarca en la dársena de A Laxe, donde descubre que la forma más barata para llegar a Madrid desde Vigo es en avión. «Es una vergüenza climática y no me da la gana, así que voy a ir en tren». Continúa: «Y para eso tengo que llegar a la estación y para llegar a la estación necesito otro autobús y para tomarlo necesito esta otra tarjeta diferente», explica en la parada de Cánovas del Castillo. En esta secuencia, muestra la Pass Vigo. Toma finalmente el ferrocarril en la estación de Urzaiz y llega a Chamartín. Entonces necesita el cercanías, pero en el caso de la capital este servicio «está incluido en el precio del tren», compara con Vigo. «Y menos mal», apostilla.

Greenpeace denuncia algo obvio: el uso de dos tarjetas (la metropolitana de la Xunta y la PassVigo del Concello) no favorece el uso del transporte público sino que beneficia el vehículo privado. De hecho, todos estos años se ha producido una situación paradójica: los vigueses se benefician de los descuentos para ir a municipios limítrofes, ya sea en autobús o en barco (hay más de 80.000 que tienen la tarjeta autonómica), pero los cangueses o porriñeses, por ejemplo, no pueden beneficiarse de tarifas reducidas ni siquiera cuando se ven obligados a ir hasta el hospital o la universidad.

Bloqueo

El área metropolitana de Vigo continúa afectada por un transporte público incompleto, pese a que desde el Gobierno autonómico han tomado medidas como la máxima bonificación. La negativa del Concello a incorporarse con el bus urbano impide a los usuarios de la tarjeta azul de la Xunta disfrutar de descuentos en la ciudad. El argumento que ha esgrimido Caballero desde el primer momento es de índole económica, al entender que debería ser la Xunta la que asumiera el gasto porque el Concello ya se encargaba de subvencionar a la concesionaria municipal, Vitrasa.

«Le daremos una vuelta», dijo el alcalde a Rueda

Hace tres meses que Alfonso Rueda y Abel Caballero se reunieron en Vigo para tratar de desbloquear asuntos importantes, entre ellos el transporte metropolitano, e iniciar una nueva etapa. De momento, no se ven los frutos. El presidente de la Xunta reiteró en el encuentro la petición para que el Ayuntamiento se sume a la red de descuentos y el regidor vigués se limitó a responder: «Le daremos una vuelta».