Fallece Carmen López, la monja que erradicó la mayoría de las chabolas gitanas de Vigo

David Viso PROFESOR Y EDUCADOR

VIGO CIUDAD

En una imagen sin datar, Carmen López, a la derecha, con niños
En una imagen sin datar, Carmen López, a la derecha, con niños CEDIDA

Logró escolarizar a muchos menores; este viernes se celebra un homenaje

06 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La madre Carmen López Arjona, conocida como la monja de los gitanos, falleció el pasado viernes en Valladolid, donde vivía desde hacía cuatro años. Había nacido en Extremadura hacía 92 años, pero se sentía gallega por los cuatro costados. Vivió casi 40 años en Vigo y más de 20 en A Coruña. Este viernes, a las 20.00 horas será homenajeada con una agradecida misa funeral en la parroquia de San Francisco Javier, en Teis.

Siendo maestra, entró en la Congregación de las Hijas de Jesús (jesuitinas) en el año 1953 y, tras varios destinos, llegó a Galicia para ser profesora de educación primaria en el colegio que su congregación tenía en Barreiro, en Vigo. Pero sobre todo se distinguió por su entrega total a la etnia gitana. Con su tenacidad y ternura fue capaz de conquistar a profesoras, amistades y jóvenes voluntarios para dar apoyo a menores gitanos fuera del horario escolar.

En unos locales parroquiales del Casco Vello de Vigo, puso en marcha la Escuela Puente, que servía como paso previo a la escolarización regular de estos menores. También se encargó de la gestión de los DNI, de los cursos del carné de conducir, del acceso a viviendas dignas para las familias gitanas más vulnerables e incluso organizaba campamentos y actividades para menores y jóvenes.

La madre Carmen se desvivía por «sus gitanos», como solía llamarlos. Trabajó desde Cáritas Diocesana de Tui-Vigo sumando a decenas de jóvenes universitarios para que trabajasen como voluntarios y, años más tarde, desde el Secretariado General Gitano.

La monja, en una foto reciente
La monja, en una foto reciente

El delegado de la Consellería de Educación le dio autoridad para visitar los colegios de la ciudad y hacer seguimiento al alumnado de etnia gitana. Su propia congregación la dispensó del uso del hábito. Con tesón, logró la práctica erradicación de las chabolas y la integración en viviendas en diferentes lugares de Vigo. Ella pisaba tanto el barro de los poblados como las moquetas de los despachos de los servicios sociales. Por todo esto, el Ayuntamiento de Vigo la nombró Viguesa Distinguida en 1995. A su vez, en el 2017, el Secretariado Gitano le otorgó el premio Solidaridad G «por toda una vida de compromiso dedicada a impulsar la promoción de las personas gitanas y mejorar sus condiciones de vida».

Quienes la conocimos sabemos que Carmen era una de esas santas de la puerta de al lado, que dice el papa Francisco. Así podemos afirmar que, como se recuerda de la madre Teresa en Calcuta y de Monseñor Romero en El Salvador, «con Carmen López, Dios pasó por las calles de Vigo y A Coruña».

Como dicen sus queridos gitanos en su lengua, Latcho drom, que te vaya bien el camino, Madre Carmen.