La barbera de Vigo que convierte su salón en un estudio de grabación

ainhoa pérez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Érika Vera creó hace nueve meses su pódcast sobre todo «Lo que Vigo esconde».
Érika Vera creó hace nueve meses su pódcast sobre todo «Lo que Vigo esconde». M.MORALEJO

Érika Vera sorprende con un pódcast sobre la ciudad y sus emprendedores

07 sep 2024 . Actualizado a las 23:59 h.

Érika Vera es barbera de profesión, pero comunicadora de vocación. De ahí que no dudase en transformar su barbería en un estudio de grabación. El sillón de un establecimiento como el suyo es uno de los espacios más privilegiados que puede haber en una ciudad. Al menos, esa es la frase que da comienzo a cada episodio del pódcast que ha creado, Lo que Vigo esconde. Lo graba en Shave the Sailor, la barbería situada en la calle de Eduardo Iglesias.

Este proyecto empezó cuando su se dio cuenta de que muchos clientes del local tenían planes e historias que merecían ser escuchados. «Creo que muchas veces pensamos que aquí no tenemos cosas que merezcan la pena, y no es así. Quise darle voz a todo lo que los vigueses hacen», señala Érika.

Nació en Barcelona, pero con cinco años se mudó a la urbe gallega. Tras vivir en otros lugares de Europa, entre ellos Róterdam, tiene claro que Vigo es el lugar perfecto para quedarse: «Siempre digo que me fui tres veces y que volví otras tres, por algo será».

Abrió la barbería hace siete años, junto a su marido, y fue en enero del 2024 cuando quiso impulsar este proyecto. A pesar de que ya había tenido anteriormente un pódcast de dos temporadas relacionado con el mundo de la barbería, con este buscaba dar el salto a temas más generales de la ciudad. Se dio cuenta de que quería «visibilizar todo lo que se está haciendo aquí porque Vigo esconde más de lo que nos parece». Por una parte, lo que más motivó a la barbera a acometer la iniciativa fue ver que ahora existe un especie de orgullo vigués. Cuando ella era más joven «se decía que aquí no había nada y que no se hacía nada, y ahora quise poner mi granito de arena para romper con ese estereotipo».

Además, con su idea busca cambiar también los clichés de su profesión. Hace un tiempo se propuso crear otro pódcast llamado Dieciséis veces al día, esta vez también con vídeo, pero no lo continuó. Sin embargo, la base de ese formato la ha trasladado a su proyecto actual. «Los barberos arreglamos el mundo dieciséis veces al día, que es el número de servicios que hacemos en una jornada». «Para mí, un barbero es un personaje secundario de la vida de las personas pero consigue que todo el mundo que pasa por su sillón le hable de su vida». Por eso mismo, una de sus ilusiones es conseguir que la gente se encariñe con esta profesión. «Tenemos el privilegio de poder escuchar mucho y tocar muchas vidas. Compartirlo en este pódcast es un regalo», dice.

Érika proviene de una familia de comunicadores. Su padre fue cámara y montador en Televisión Española, y su abuelo, periodista deportivo en Barcelona. «El comentario que más recibía mi madre era que yo no paraba de hablar», cuenta. A pesar de dedicarse al mundo de la estética, desarrolló su faceta comunicativa cuando comenzó a escribir artículos y a dar formaciones encima de escenarios: «Que haya acabado con un micrófono delante fue una evolución casi natural».

No duda en poner a todos aquellos negocios, proyectos y a sus creadores, delante de sus micros. Desde negocios de cerámica, hasta los entresijos de la Reconquista viguesa, pasando por la esgrima histórica. «Cada conversación te abre la puerta a un mundo nuevo».

Lo que empezó con una lista de veinte posibles ideas para hacer una temporada se ha convertido en treinta y cinco programas completos ya subidos. «No le encuentro el fin», asegura. La semana pasada alcanzó el puesto número 76 en iVoox, en la categoría de Viajes y Lugares. «Entre esa plataforma, Spotify y Youtube me escuchan doscientas personas, pero para mí, antes de empezar, más de tres ya era un número excesivo», bromea. «Esto es mi afición, mientras yo lo disfrute y la persona que me cuenta su historia también, para mí es más que suficiente», concluye.