Composiciones para un planeta que se esfuma

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Enrique Toribio

El músico vigués Borja Mariño presenta el álbum «Mientras se borra el mundo», que recoge canciones suyas con las voces de la soprano Mar Morán, el barítono Gabriel Alonso y Aurelio Viribay al piano

06 sep 2024 . Actualizado a las 01:39 h.

Hace algo más de dos décadas, el músico Borja Mariño (Vigo, 1982) cambió la rutina de hacer las maletas para sus idas y venidas a Madrid por una mudanza a la capital que le permitiese asentar sus trastos y centrar sus proyectos profesionales. El pianista y compositor atesora una intensa trayectoria en la que hay un poco de todo, desde interpretar y crear música para diversos géneros escénicos como la ópera o el teatro, la orquestación de obras o la escritura de partituras originales para espectáculos teatrales como El pimiento Verdi, de Albert Boadella, donde llegó a interpretar un personaje. Mariño confiesa que el dramaturgo le ha invitado a colaborar de nuevo en otro proyecto, «pero lamentablemente tuve que renunciar por falta de tiempo».

El músico es, además, autor de numerosas canciones, pero nunca se habían publicado en formato físico reunidas. Ahora, a su consolidada trayectoria como pianista acompañante de recitales y óperas, y maestro repertorista en los principales teatros de España, se suma Mientras se borra el mundo, el primer álbum que recopila creaciones suyas, en este caso, cinco de los principales ciclos de canciones del vigués que suenan en las voces de la soprano Mar Morán y el barítono Gabriel Alonso y las manos de Aurelio Viribay al piano.

«Más que el cedé en sí, lo que me hace ilusión es tener una grabación en condiciones como testimonio de este recorrido que en algunos casos ya ha cumplido 20 años», reconoce, aunque especifica que la iniciativa no es suya. Partió del pianista Viribay, que ya había tocado varias de las obras en conciertos, y algunas con la cantante Mar Morán. «Había unos mimbres muy buenos para llevarlo a cabo y Aurelio me propuso completar el álbum con diferentes ciclos míos, aprovechando los que él ya se sabía, y yo planteé la posibilidad de combinar voces de hombre y de mujer», explica.

Los cinco apartados musicales son: Versos de mujer, un homenaje a la poesía femenina con textos de Dulce María Loynaz, Alfonsina Storni, Josefina de la Torre y Carmen Jodra, además de las escritoras vivas Carmina Casala y Dalia Alonso; Tres poemas de guerra y un sueño, con textos de Antonio Machado; Campanas de sol y aire, que es un canto a la ciudad de Sevilla sobre poemas de cuatro escritores contemporáneos: Juan Lamillar, Lutgardo García, José María Jurado e Ignacio Trujillo; Tríptico de Hierro, compuesto con ocasión del centenario del poeta José Hierro, y Cuatro canciones antiguas sobre textos sefardíes, su trabajo más veterano.

La selección de temas parte de la practicidad de lo que ellos ya conocían (el barítono había interpretado las de Machado) y el de José Hierro se habían preparado para el centenario del poeta. Ella, por su parte, eligió las partituras dedicada a poetas sevillanos y propuso otros dos que tenía Borja, escogiendo el de mujeres poetas y las canciones sefardíes «que siguen gustando mucho y estrené en Vigo con la soprano y profesora del conservatorio de Vigo, Patricia Blanco», recuerda.

El disco se presenta el 13 de septiembre en el ambigú del Teatro de La Zarzuela de Madrid, en una cita en la que los protagonistas de la grabación interpretarán parte del repertorio. «Yo no toco porque hay suficientes testimonios de mis interpretaciones que he hecho hasta el aburrimiento en un montón de conciertos y pensaba que la gente iba a estar harta, pero también es un punto de madurez que los temas se desliguen de mi y puedan ser interpretados por otras personas que les darán una visión diferente», opina. El hecho de que Mariño no sea el intérprete le exime de la «obligación» de subirse al escenario cuando el álbum se presente. «No soy imprescindible y no quiero hacer sombra al trabajo que han hecho ellos», afirma. Pero eso no implica que acuda cuando le inviten. «Y me haría especial ilusión que fuera en Vigo, donde hace mucho que no toco, estaría encantado», reconoce.

Owain Shaw

Un recuerdo para el maestro de piano Julius Andrejevas

Borja Mariño se formó como músico en el Conservatorio Superior de Música de Vigo, pero tardó en conseguir plaza y sus primeros pasos los dio en la escuela Mayeusis, donde tuvo como maestro al lituano Julius Andrejevas, un profesor que le marcó. «Me abrió la mente, me aconsejó que no me pusiera a estudiar como loco para ser solista, me advirtió que había muchos otros muchos ámbitos donde podía trabajar y me abrió los ojos a la música de cámara, la ópera, la composición... y me animó a crear mi primera obra», cuenta.