The Phantom Kitchen y La Gran Familia Mediterránea, pioneros en el negocio de preparar platos de forma industrial para atender solo «online», ya son historia
25 ago 2024 . Actualizado a las 21:38 h.En las app de delivery (Glovo, Uber Eats y Just Eat son los reyes) se pueden encontrar negocios que, a simple vista, parecen ser como cualquier otro local de hostelería. Sin embargo, son completamente diferentes. No tienen salas con camareros en las que se puedan sentar los clientes. Son las llamadas cocinas fantasma, negocios que se limitan a elaborar platos preparados para que los riders los sirvan a domicilio. En Vigo, el primero se instaló en el año 2021 y poco a poco fue creciendo su número. Pero el fenómeno que surgió tras la pandemia ha pinchado. Casi no quedan, al margen de los que actúan de forma más o menos clandestina.
Dos de los más famosos ya están cerrados. Se trata de The Phantom Kitchen, que fue el pionero hace tres años, y La Gran Familia Mediterránea, que montó en abril del 2022 Dani García, el chef con estrellas Michelín que se propuso revolucionar el mercado.
Estos fueron las caras reconocibles, pero a veces los negocios no son transparentes e incluso se confunden. Un restaurante en la calle de López Mora dice estar especializado en comida americana. Ellos mismos se definen como un establecimiento de hamburguesas y operan solamente mediante online. Sin embargo, al buscar en la aplicación, en la misma dirección aparece un local con otro nombre que sí atiende al público y ofrece «variedad de platos árabes y mediterráneos». Los dos establecimientos no podrían ser más distintos.
The Sandwich Factory es un restaurante que comparte localización con otro local, también el mismo menú y los mismos precios. La única diferencia destacable es que tiene un 10 % de descuento respecto al local con el que comparte ubicación. Al pedir declaraciones sobre la naturaleza del negocio aseguran: «No somos una cocina fantasma». Es un hecho que ambos negocios funcionan al mismo tiempo en aplicaciones de pedido a domicilio con una carta idéntica.
Aviso de los hosteleros
El modelo de negocio de las cocinas fantasma ha ido cogiendo fuerza en los últimos años, principalmente a raíz del confinamiento y la popularización de los pedidos a domicilio. Pero ¿en qué consisten exactamente? Operan mediante cocinas industriales, a veces en otros establecimientos de hostelería y a veces en pisos. Puede ocurrir que lo que en apariencia es una pizzería italiana sirva también kebabs, hamburguesas, sushi o lo que se ponga por delante. Las cocinas fantasma son un modelo de negocio, por lo general, poco transparente. A nivel usuario es complicado distinguir si se trata de uno de esos negocios.
Bea Carballido, gerente de la Federación Empresarial de Turismo y Hostelería de Pontevedra, confirma que «ahora mismo muchas de las cocinas fantasma están desapareciendo». «En la hostelería hay trabajo y mucha gente no se la quiere jugar llevando uno de estos negocios», incide. Una de las cuestiones más polémicas son las sanitarias, ya que en muchas ocasiones es difícil saber cómo operan y si han pasado las inspecciones necesarias. Carballido señala: «Desde la Federación Empresarial de Turismo y Hostelería de Pontevedra no tenemos problemas siempre que se cumplan las normativas sanitarias y la legislación. Los obradoiros siempre los hubo, lo que no se puede tolerar son los pisos no habilitados». Se trata de una industria cuya opacidad mancha la reputación de un modelo tan válido como otros.
Recientemente, la industria ha experimentado un fuerte retroceso. Uno de los casos más llamativos es el del mencionado La Gran Familia Mediterránea, el negocio del chef Dani García que tuvo una de sus cocinas en Vigo. Adquirió gran popularidad entre un público joven. Su gran notoriedad se debió a sus colaboraciones con renombrados youtubers y streamers como Illojuan, El Rubius o Ibai Llanos. Sin embargo, a finales del año pasado, la cadena dejó de funcionar de forma silenciosa y paulatina. Durante meses después de su cierre, muchos usuarios seguían confusos sobre si el negocio seguía funcionando o no, ya que continuaba figurando como abierto en apps de delivery.
El pinchazo de las cocinas fantasma se ha constatado ya en otras grandes ciudades de España. En Madrid, por ejemplo, se habla de su reorientación y de cómo han empezado a abrir locales en los que atender a los clientes.