Una portuguesa desaparecida fue vista por última vez en O Berbés en fechas próximas a la muerte de la víctima de la maleta de Vigo
VIGO CIUDAD
La familia de Isabel Lima halló una testigo que la vio en Vigo entre el 7 y el 12 de septiembre. Contactó con la policía española para que siga esa pista a la espera de que identifiquen a la fallecida de Vigo por el ADN
28 feb 2024 . Actualizado a las 01:00 h.Una desaparecida portuguesa, Isabel Lima, de 42 años, fue vista por última vez entre el 7 y el 12 de septiembre en la plaza de O Berbés, cerca del albergue de peregrinos de Vigo. Así lo han asegurado esta mañana fuentes del diario luso Correio da Manhá, que tienen contacto con la familia. La hermana ve similitudes con la víctima de la maleta de Vigo todavía sin identificar: se trata de una mujer menuda y baja, de mediana edad, y que está desaparecida desde hace meses. Una vecina dice que la maleta estaba en su finca en agosto pero luego precisó que era en verano, lo que podría incluir los primeros días de septiembre.
Lima estuvo en Vigo acompañada de un peregrino, el cual, según fuentes periodísticas lusas, estaría ahora en la cárcel por otros motivos.
La familia de Isabel Lima, residente en Vila Praia de Áncora, ha contactado sin éxito con las autoridades españolas para que hagan una búsqueda de la desaparecida. De momento, el asunto está parado porque la víctima de la maleta aún no ha sido identificada ni por huellas ni por el ADN.
Las últimas noticias sobre la desaparición de Isabel Lima la situaban en Vila Praia de Áncora, en la otra orilla del río Miño, cerca de Caminha y al sur de A Guarda. La última persona que la vio dijo que la había visto en Moledo, en Viana de Castelo, en sentido a España, por el Camino de Santiago. Se dedicaba a pintar piedras para venderlas en la calle.
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Tras la desaparición de Isabel, su hermana Tania reconstruyó el camino que hizo su allegada: la vieron en Caminha en compañía de un hombre y también en Vigo. La hermana viajó a España para indagar y saber qué le pasó a Isabel. En la ciudad gallega entrevistó a la empleada de un café de Vigo que dijo haberla visto en la céntrica plaza de O Berbés.
Tiene 42 años, es rubia, de 1,56 metros de estatura y con tatuajes de un tortuga, una brújula y una carpa en el pecho y en el brazo izquierdo.