Un bote de lejía de 1975, el trofeo de Vivir sin Plástico tras pasar por Arousa

Bea Costa
bea costa VILANOVA/ LA VOZ

VIGO CIUDAD

CEDIDA

Fer y Patri llegaron a Galicia hace tres meses para limpiar las playas con el reto de completar el litoral de toda la Península Ibérica

20 nov 2023 . Actualizado a las 09:25 h.

Poca gente que pasea por la playa se para a recoger el envase que encuentra a su paso para tirarlo a la basura y mucha menos se interesa por estudiar su procedencia. Fernando Gómez y Patricia Reina lo hacen y uno de los hallazgos que más les ha llamado la atención fue una botella de lejía localizada a finales de octubre en la playa de O Castelete (Vilanova). Resultó ser de la marca Mar, de la empresa Pedramol S.A. de Vigo, fechada el 1 de julio de 1975. Fue posible ponerle el DNI gracias a que los datos estaban grabados en el propio envase y 48 años después ahí seguían, resistiendo la erosión del mar y el paso del tiempo. Qué mejor prueba del impacto del plástico en los océanos.

A nadie cogen ya por sorpresa los efectos nocivos para el planeta de este tipo de contaminación, pero todavía es necesario concienciar y hacer mucha didáctica. Al menos eso es lo que opinan Fer y Patri y lo que les llevó en 2015 a emprender la aventura de vivir sin plástico. Empezaron en su casa, después dando charlas e incluso les propusieron escribir un libro. En 2020 constituyeron la asociación Vivir sin Plástico y en 2023 decidieron dar un paso más, y no solo en sentido figurado. Hicieron la mochila y emprendieron un viaje con el que pretenden recorrer a pie el litoral de la Península Ibérica para recoger el plástico que se encuentran en el camino y contarlo después, a través de las redes sociales y de su página web.

Bajo el lema «Un océano sin plástico, por un océano lleno de vida» empezaron su recorrido el 8 de junio en Irún y, tras recorrer la costa cantábrica, llegaron hace tres meses a Galicia. Les resulta imposible abarcar los 1.498 kilómetros del litoral de las rías gallegas, pero Patri y Fer no se han querido perder la Costa da Morte ni las Rías Baixas, y tras un breve paréntesis con vuelta a Madrid, este jueves volvieron a Vigo para continuar la ruta hacia Portugal. Su particular contador de kilómetros superó ya la cifra de los 1.600 y les quedan todavía muchos por delante.

Sus cálculos pasaban por invertir en este viaje un año, pero se les quedarán cortos teniendo en cuenta que todavía le falta todo el Mediterráneo. Dónde y cuándo van a escribir el epílogo de esta peripecia va a depender de los recursos económicos de que dispongan. De momento se están financiando con sus ahorros, un crownfunding y colaboraciones como la que reciben a través de la plataforma de intercambio de casas HomeExchange, según informa Fer Gómez. Quizás ese libro que está pendiente y un posible documental sirvan para insuflar más fondos con los que mantener vivo este proyecto.

Patri y Fer, el pasado viernes en playa América
Patri y Fer, el pasado viernes en playa América

Fer y Patri no solo pisan la playa. Aprovechan siempre que pueden para entrevistarse con personas que, como ellos, están implicadas en iniciativas dirigidas a cuidar el medio marino tales como, en el caso en Galicia, la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) y Aventura Plástica.

Aparte de la botella de lejía localizada en Vilanova, uno de los residuos que más les ha llamado la atención en el Atlántico son los palillos de plástico que se utilizan en las bateas —recogieron alrededor de 700—, algo con lo que en Galicia se está muy familiarizado pero que para un madrileño y una andaluza resulta muy llamativo, y más si les cuentan que estos palitos llegan, incluso, a América.

En este recuento de basura desde el País Vasco también les sorprendió encontrar una gran cantidad de cartuchos de escopeta y dos neveras. «Y lo que más le llamaba la atención a la gente no era que estuviese la nevera allí sino que yo llamara al Ayuntamiento para que vinieran a recogerla», relata Fernando.