El gimnasio Coliseum cierra después de 33 años, tras quedar desierta su subasta

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

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El centro deportivo del Areal sufrió una pérdida de socios por el derrumbe de un edificio colindante en ruinas que inutilizó las pista de tenis y pádel

17 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Sus profesores de natación, como Iván Chantada, han salvado la vida a muchos niños y mayores que aprendieron a nadar en sus instalaciones. El gimnasio Coliseum cerrará sus puertas el día 30 de noviembre después de 33 años de andadura en los que ha atendido a miles de personas. Tras entrar en concurso de acreedores por las deudas, el juzgado sacó a subasta la unidad productiva por medio millón de euros, pero la subasta quedó desierta el pasado miércoles. El centro tiene veinte trabajadores que van a perder sus empleos, ya que ningún postor ha querido seguir con el negocio.

El dueño del negocio, Marcos Chantada, publicó una despedida en las redes sociales y en las propias instalaciones: «Después de 33 años al pie del cañón enseñando a nadar a peques y no tan peques y trabajando para mejorar la salud de todas las personas que habéis confiado en nosotros, nos despedimos». La propiedad agradeció la confianza a los socios y usuarios y señala que lo han intentado hasta el último día « pero la pérdida de las pistas de pádel, la subida de la energía, el endeudamiento por el covid y finalmente la falta de acuerdo para una renta de alquiler viable provoca que lamentablemente nuestra actividad hay llegado a su fin».

El Coliseum llegó a tener más de 2.000 socios antes de la pandemia. Luego, sufrió las consecuencias del cierre y el reabrirse el gimnasio se dieron de alta menos personas. En la actualidad cuenta con unos 700 socios y con estos números, según fuentes empresariales, no es posible la viabilidad de la empresa. La subida de la energía ha supuesto también un varapalo importante en un local con piscina climatizada y máquinas.

La sensación de tristeza por el cierre era palpable ayer. «Mi hijo viene aquí desde los tres años y tiene siete, es una pena que tenga que dejar las clases de natación», decía Susana Díaz, una vecina de la zona de Areal que lleva a sus hijo al colegio Niño Jesús de Praga. Los alumnos de este centro educativo con entrada por el Arenal y por Rosalía de Castro tienen un convenio con el Coliseum para acudir a las clases de natación, lo mismos que los del colegio público García Barbón.

Una de las causas de la pérdida de socios y usuarios fue el derrumbe de parte del edificio donde estaban ubicadas las pistas de tenis y de pádel. El inmueble colindante estaba en mal estado y el propietario no hizo las labores de mantenimiento necesarias para que siguiese en pie. Ahora esa zona está acotada y sin uso.

La empresa estuvo negociando con la dueña del inmueble, una empresaria de Ourense, para que no les subiese el precio del alquiler y que, incluso, se lo bajase debido a la mala situación económica general que atraviesan los autónomos, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. Además, las cuentas de la empresa se vieron afectadas por la subida de los salarios en los últimos tres años por decisión del Gobierno, lo que se ha traducido en un incremento notable de las cotizaciones de la empresa a la Seguridad Social.