Asia apuesta por las joyas gallegas

David Sánchez VIGO

VIGO CIUDAD

Marta Armada, en su taller de Vigo, enseña algunas de sus creaciones.
Marta Armada, en su taller de Vigo, enseña algunas de sus creaciones. XOAN CARLOS GIL

La ceramista viguesa Marta Armada forma parte de la marca Artesanía de Galicia, un grupo de artistas que expondrán varias manualidades en la XIII Bienal de Artesanía de Cheongju, en Corea del Sur

10 ago 2023 . Actualizado a las 00:32 h.

Marta Armada creció pegada a los astilleros de Vigo. De pequeña, su mundo tenía por telón de fondo una ciudad industrial, marítima, plagada de motivos navales. La impronta de estos años la persigue a día de hoy. Cuando camina por las calles del embarcadero, vuelve a ver la misma arquitectura portuaria con una mirada fascinada. Entre los restos de las fábricas navales, a veces encuentra verdaderas reliquias. Donde el resto ven un grillete perdido y desechado, Armada ve una joya capaz de hacerse un hueco en la próxima exposición de arte de Corea.

«Lo mío es el arte para llevar puesto. No son joyas al uso, son pequeñas esculturas». Así define Armada su obra. Desde que empezó en el oficio de la cerámica con tan solo quince años (ahora tiene cincuenta y seis), la artista ha ampliado sus horizontes hasta aproximarse a lo que hace hoy en día. Collares con espinas, anillos con bloques refractarios... Accesorios que no se conforman con vestir a quien lo lleva, sino que pretenden convertirlo en un escaparate andante de arte.

La ceramista descubrió esta tendencia durante su estancia en China en 2019, donde fue invitada a la residencia de Jingdezhen, la capital de la porcelana. «Me di cuenta de que llevar la escultura en pequeño formato al concepto de arte ponible podría sorprender en el panorama cultural asiático», explicó. El vínculo de la viguesa con este continente se remonta a la Competición Internacional de Cerámica de Mino, en 2017, donde la artista obtuvo una mención honorable. Desde entonces, su fijación por Asia no ha hecho más que aumentar, y este sentimiento es recíproco.

El representante de la escuela de cerámica en China, Wan-Liya, fue el responsable de que Armada mostrase sus creaciones en el país, y a cambio ella misma invitó al artesano a pasar una jornada en Vigo, en la que el máximo referente de la cerámica a nivel asiático expresó su asombro por las costumbres y técnicas locales.

La aventura de la gallega en las distintas escuelas orientales, pese a su extensión, está lejos de terminar. Su próxima cita la espera en la XIII Bienal de Artesanía de Cheongju, en Corea, que tendrá lugar en el mes de septiembre. Para la exposición, Armada ha preparado una serie de anillos de porcelana, collares, y demás joyas escultóricas. En uno de sus colgantes, por ejemplo, utilizará saleros reciclados de fábricas abandonadas. Cada una de las piezas está realizada por ella, a base de mano y torno.

«Siempre empiezo a moldear sin saber que es lo que va a salir. Me deleito en el proceso, pero una vez termino ya estoy pensando qué es lo siguiente que voy a hacer», comenta Armada. La artista añade que, frente al consumismo voraz que muchas veces se impone, siempre hay una parte del público que se interesa en saber de dónde viene aquello que va a terminar en su joyero. «Es cuestión de educación, no todo vale», asegura. El material con el que trabaja, la porcelana, es de los más difíciles de utilizar. Por otra parte, es el único que aporta translucidez al objeto.

En su camino, varios maestros han acompañado a Armada en la instrucción en el oficio. Su primer tutor pertenecía a la Escuela de Artes y Oficios de Vigo, Miguel Vázquez, uno de los profesores más antiguos del centro. Su formación continuó en la Escuela de Cerámica de la Moncloa.

Armada recuerda su papel como alumna ahora que ella misma imparte clases a los nuevos talentos. «Hay un mar de gente que empieza a descubrir la cerámica y aportan nuevos valores al oficio», comenta. Este año dio varios cursos en Suiza, en las ciudades de Zúrich y Friburgo, y también se dejó caer por Granada, donde pudo participar en diferentes talleres.

Para el futuro, Armada refuerza el deseo de expandir sus fronteras. Confiesa que una gran parte de sus planes pasa por continuar conociendo el continente asiático. Aun así, no toda su pasión se concentra en la cerámica. Ella misma se encarga de hacer las fotografías de los productos. «Es la última parte del proceso, disfruto mucho de la fase en la que los modelos se combinan con las joyas», asegura Armada.

Por ahora, está centrada en la cita más inmediata, la Bienal de Cheongju, donde participará conjuntamente con la cestera donostiarra Idoia Cuesta y con la artesana madrileña Mercedes Vicente, todas vinculadas a la tradición gallega. Para la exposición, Armada ha bautizado a una de sus sortijas como «Cuidado, el deseo tiene consecuencias», un lema que se ajusta a la trayectoria de la viguesa como anillo al dedo.