El jefe del ambulatorio de Sárdoma presenta su dimisión por la parálisis del plan de salud

VIGO CIUDAD

Deja su renuncia en suspenso durante seis meses ante la promesa del Sergas de reforzar el centro; el plan fue uno de los primeros de Galicia
16 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El jefe de servicio de los centros de salud de Sárdoma y Bembrive, el médico Fernando Lago, presentó su dimisión esta semana al gerente del área sanitaria de Vigo por «la falta de impulso al plan local de salud», según explica. El gerente, Javier Puente, y el médico mantuvieron una reunión urgente ayer para evitar el conflicto y acordaron que el área sanitaria tomará las medidas que reclama la plantilla del centro de salud. La dimisión se mantendrá paralizada durante seis meses, al cabo de los cuales el facultativo decidirá si la retoma según cómo vayan las cosas. Lago explica que su renuncia «está suspendida, pero no retirada».
El cese voluntario del jefe de servicio revela que la atención primaria de Vigo sigue con problemas. La estructura de este conflicto quedó definida con la dimisión de 23 jefes de servicio y unidad en diciembre del 2018, cuando renunciaron en bloque a sus puestos por la sobrecarga, las barreras con el hospital y las listas de espera. Los problemas siguen siendo esos.
Entre los dimisionarios estaba el entonces jefe de servicio de Sárdoma, Manuel Domínguez Sardiña. Lago asumió la jefatura hace menos de dos años, después de que los médicos de Sárdoma —entre ellos, Sardiña— lo eligiesen. «Mi objetivo era impulsar el plan de salud local», dice.
Y como el plan estaba parado, dimitió. Los planes de salud local son una de las medidas estrella que lanzó el Sergas cuando explotó el conflicto de la atención primaria en Galicia, para dar más autonomía de gestión a los centros de salud. El de Sárdoma, un centro de salud que siempre ha estado a la vanguardia por su innovación en la gestión y fue uno de los primeros de la comunidad. Contempla cuestiones como la mejora global de la salud de la población de su ámbito o la gestión de las sustituciones cuando no hay personal.
Aunque fue aprobado por el Sergas, su desarrollo está «en un impasse». «Estamos en un limbo, hemos solicitado más personal y más material, pero nos dan largas», dice Lago, que ayer comunicó su renuncia a sus compañeros, horas antes de que el gerente lo citase de urgencia. Por ejemplo, el plan de salud local contemplaba la dotación de una enfermera y un administrativo; los tuvieron de apoyo en la pandemia, luego los perdieron y ahora el Sergas no se los ha repuesto. En cuanto a material, hay aparatos que ya se iban a incorporar el año pasado (por ejemplo un retinógrafo) y todavía no tienen una fecha de incorporación.
Además, en Sárdoma propusieron un sistema para hacer horas extras algunas tardes (prolongaciones de jornada), pero el Sergas no se lo aprobó y trató de imponer un sistema alternativo. Como eso choca con la autogestión prometida en el plan de salud local, ahora los médicos del ambulatorio no quieren hacer esas horas extras para sustituir al personal ausente.
Lago confía en poder retirar su dimisión a finales de año, algo que hará solo si se avanza en el desarrollo del plan de salud local.