Una academia de Vigo cobró 300.000 euros a 101 alumnos de 14 provincias por cursos de formación que no impartió
VIGO CIUDAD
El Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo se inhibe ante la Audiencia Nacional por el alcance de la estafa investigada desde principios del 2022
28 may 2023 . Actualizado a las 19:35 h.De Vigo a Pozuelo, pasando por Cádiz, Cartagena, Vic, Mallorca, Ávila, Santiago, Murcia, Elche, Las Palmas, Torremolinos, Coslada, Alcalá de Henares, Alicante, Cangas, Vilagarcía, Pontevedra, Santiago, Viveiro, Redondela, O Porriño, A Coruña, Barcelona o Madrid. En total, 101 alumnos contabilizados que pagaron 300.000 euros por una formación que no recibieron, y denunciaron en sus respectivos partidos judiciales o ante las oficinas de consumo de las comunidades autónomas en las que residen. Un presunto delito de estafa atribuido a los responsables de la academia Vive Formación, con sede fiscal en Vigo y dependiente de Educación y Desarrollo S.L. Una sociedad mercantil con más academias en España, a mayores de la formación ofertada e impartida a través de su página web.
Los 101 alumnos afectados empezaron a desembolsar su dinero en enero del 2022 sin que Vive Formación alertara, por su ya delicada situación empresarial, de la imposibilidad de ofrecer el servicio ofertado. Una prueba de la precaria situación interna, recoge el procedimiento judicial, es que uno de los cuatro socios administradores solicitó en febrero del 2022 una auditoría externa para conocer el alcance del escenario contable de la firma. Los afectados, repartidos en 14 provincias de España, al ver que no recibían la formación abonada, recurrieron a la vía judicial. Las denuncias fueron cayendo en diferentes juzgados del país, hasta concentrarse en los de Vigo, que acabó resolviendo a través de su juzgado decano que la instrucción, por «conexión procesal de las denuncias, se concentrara en el número 4 de la ciudad. Un año después, y ante el alcance nacional de la causa y su complejidad, el juzgado ha solicitado este mes la inhibición en favor de la Audiencia Nacional.
El trabajo de laboratorio de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional evidencia los recovecos de la presunta estafa, con cuatro cuentas repartidas en tres entidades bancarias escudriñadas al detalle. A mayores, tras analizar cada caso, el juez instructor de Vigo recrea el escenario de la estafa dividiendo a los afectados en dos grupos. En el primero se incluye a «los que han realizado pagos para un determinado curso y no tienen acceso a la plataforma educativa, a las clases, a las tutorías o a las prácticas». A su vez, en este grupo hay que diferenciar dos subgrupos: «Aquellos que han contratado el curso y lo han desarrollado sin problema hasta el momento en que la academia cerró sus puertas y desactivó su plataforma educativa»; y «aquellos que han pagado por realizar un curso a principios de 2022 y ni siquiera lo han podido iniciar».
El segundo grupo de afectados lo conforman quienes «han realizado sus cursos y se quejan porque, tras intentar homologar su curso, la Consellería de Educación les ha informado que los cursos realizados en Vive Formación no estaban homologados por la Administración autonómica, ya que no era una enseñanza reglada, y por lo tanto no se convalidaron esos estudios o títulos a efectos oficiales».
Explicaciones variopintas
El cierre de la academia, detalla la causa, se produjo de forma repentina para los alumnos. Ellos, ante la sorpresa que implicó verse sin el producto ya pagado, pidieron explicaciones a la academia. Pero las respuestas recibidas resultaron insuficientes, y carentes de argumentación. Las personas de contacto en Vive Formación alegaron «la enfermedad de la profesora», «el contagio por covid», «las vacaciones de Semana Santa» o «motivos técnicos» para justificar que la página web no prestaba el servicio contratado.
El auto de inhibición a favor de la Audiencia Nacional resulta rotundo y elocuente al detallar la naturaleza de la estafa atribuida a los responsables de la empresa investigada: «Los centros Vive Formación se encontraban en una situación de crisis económica desde al menos enero de 2022. No obstante, siguieron comprometiéndose a impartir y acreditar cursos de larga duración (uno o dos años) a sabiendas de que no iban a poder cumplir con sus obligaciones de formación, cobrando cantidades a los clientes, y sin reintegrar las mismas, con lo cual se produjo tanto una frustración de los clientes al no poder realizar su formación al tiempo que perdieron las cantidades abonadas».
Lo curioso es que la web de Vive Formación, actualmente, sigue activa, con un saludo en su portada que dice, «Bienvenido a tu campus virtual». Ya los números de teléfono de contacto, están apagados o bloqueados.