Los otros candidatos de Vigo: una ingeniera alemana, el nieto de un anarquista y un teleoperador

VIGO CIUDAD

Vox y Ciudadanos aspiran a rascar un escaño mientras que el Partido Comunista de los Trabajadores critica a Podemos
20 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Conforman los extremos del arco político y el centro. Son los otros, candidatos que a veces parecen fantasmas porque no se ven pero que están muy vivos y quieren asustar a los partidos mayoritarios. En estas municipales, además de las cuatro formaciones con representación, en Vigo se presentan otras tres candidaturas encabezadas por Ciudadanos, Vox y el Partido Comunista de los Trabajadores.

La candidata de Ciudadanos, Eva Endress, es ingeniera de Telecomunicaciones y trabaja para una empresa holandesa de inteligencia artificial. Divorciada, esta alemana vino a Vigo por amor hace siete años. «No sabía dónde estaba la ciudad», y eso que vivía en Madrid. Se define liberal de centro izquierda y su apuesta estrella es un aparcamiento gratuito disuasorio en la antigua estación de autobuses de la avenida de Madrid. Alí habría una estación de bicicletas eléctricas para poderse mover por la ciudad. Endress nació en Baviera hace 49 años. Es la primera persona extranjera candidata a la alcaldía de Vigo y reconoce que su partido está «en mal momento».

En el otro extremo se sitúa Vox, que también esta recogiendo votos de los cabreados contra el club Bilderberg, el Foro de Davos y los que marcan la agenda 2030. Álvaro Díaz Mella, su candidato, tiene 61 años. Es vigués de cuarta generación y sobrino nieto de un histórico anarquista, Ricardo Mella. «Mi tío abuelo decía que la lucha es dura y larga, pero ahí están Meloni y los países del norte de Europa. Yo votaba al PP hace años y dejé de hacerlo. «Sé que no voy a ser alcalde, pero sí una dura oposición. Si soy concejal, denuncio a Carmela Silva en el juzgado», avisa. Mella se refiere a los fondos europeos como préstamos que «hay que devolver y aumentan la deuda». Presume de haber trabajado siempre en la empresa privada. Estudió Derecho, hizo un máster en tecnología y ha desarrollado su carrera en Telefónica Móviles, donde permaneció hasta su prejubilación. Ahora dedica su tiempo a ser amo de casa: «Cocino, plancho, etc.». Rechaza el desarrollo de la agenda 2030 («una cosa son las premisas y la otras es la letra pequeña y el negocio que hay detrás») y critica que las luces de Navidad solo estén el centro y no le gusta el ascensor Halo porque «es muy caro».

«Podemos es muy de derechas», sentencia Miguel Riaño, experto en fotografía e imagen y número 6 de la candidatura de los comunistas. El candidato Carlos Touza no podía hablar ayer porque es teleoperador de Telemárketing con un horario infernal. El pequeño partido dice de los grandes que «pretenden que nos olvidemos de su gestión de estos años, en la que nuestras necesidades siempre han sido olvidadas». «Exageran sus diferencias en campaña, pero esconden que, en las cuestiones fundamentales de nuestras ciudades y pueblos, de nuestras comunidades, están perfectamente alineados con las necesidades de quienes tienen el poder en nuestro país». «Gane quien gane, vamos a tener que seguir peleando por mejorar nuestras condiciones de vida y trabajo», afirma Riaño.
El Partido Comunista de los Trabajadores, que apenas tuvo 300 votos en las ultimas municipales, espera subir. «La pobreza va creciendo, la precariedad laboral es cada vez más evidente, cada día es más difícil acceder a una vivienda, independizarse y tener una vida mínimamente autónoma para la juventud», señala.