El presidente de la pesquera Interatlantic: «El Palacio de la Oliva no lo hemos hecho con afán de rentabilizarlo»

Alejandra Pascual Santiago
aLEJANDRA PASCUAL VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Luis Cabaleiro, en el Palacio de la Oliva.
Luis Cabaleiro, en el Palacio de la Oliva. XOAN CARLOS GIL

Luis Cabaleiro ha cedido la gestión ejecutiva de la empresa a su hijo Bruno. Cada viernes y cada sábado, el nuevo espacio del Casco Vello acoge a unas 1.300 personas. «Mucha gente nos dice que Vigo se merecía algo así»

17 may 2023 . Actualizado a las 01:08 h.

Luis Cabaleiro tiene una extensa trayectoria en el sector pesquero como máximo responsable de la compañía Interatlantic y hace medio año inauguró el Palacio de la Oliva. Se trata de uno de los espacios dedicado a la gastronomía, el ocio y la cultura más espectaculares de toda Galicia. Ha dedicado seis años de su vida a este proyecto —opta por ser discreto con su valor económico— y es evidente que está orgulloso del resultado. «Mucha gente nos dice que Vigo se merecía algo así», destaca.

—¿Qué valoración hace del Palacio de la Oliva desde su inauguración?

—Es un fenómeno social importante en Vigo y hemos sido capaces de enamorar a los habitantes de esta ciudad. Estamos recibiendo un feedback muy positivo. Es toda una pieza arquitectónica por la historia del edificio, que data de 1156. Se ha construido para recuperar un espacio de la ciudad y ahora es un lugar de encuentro. La frase más escuchada es: «Vigo se merecía un lugar como este».

—¿Qué cifras de visitas manejan?

—Hemos tenido días de hasta 2.000 visitas. El promedio de cada fin de semana es de unas 1.300 personas los viernes y otras tantas los sábados. Entre 500 y 600 personas acuden por el día y las 700 u 800 restantes por la noche. Los atiende un equipo que, en picos de alta actividad, ha sido de 200 personas. También es un orgullo que el sector empresarial se reúna aquí, en eventos como el Startup Congress Galicia 2023, que congregó a más de 700 personas, o los que ocurrieron en el marco de la feria Conxemar, que acerca a Galicia al gran público internacional. También estamos llegando a un acuerdo para celebrar aquí la próxima reunión ministerial de la pesca de la Unión Europea.

—Imagino que se trata de un proyecto de gran inversión. ¿En qué plazo podría recuperarla?

—Sí, lo es. Son 4.700 metros cuadrados construidos en el centro de la ciudad. De hecho, mucha gente me decía: «Vigo no va a soportar esto». Pero esta inversión no la hemos hecho con afán de rentabilizarla, sino de entregarle un espacio muy singular a la ciudad. Desde Interatlantic llevamos 30 años dedicándonos a la pesca y este ha sido el final de un ciclo. Lo hemos hecho más con el corazón que con la cabeza.

—¿A qué se refiere con el final de un ciclo?

—A que en estos momentos ya está mi hijo, Bruno Cabaleiro, a cargo de la pesquera. Ha habido un proceso natural. Sigo como presidente de la compañía, pero he cedido el cargo a nivel ejecutivo, que es la parte que implica más tiempo. La empresa sigue encaminada. Pero así es omo yo he ganado tiempo para este tipo de rehabilitaciones en Vigo.

—¿Qué tal le fue a la pesquera en el último ejercicio? ¿Tienen prevista alguna compra, como la que hicieron de Galiciamar?

—Fue un ejercicio estable teniendo en cuenta las condiciones actuales. El grupo de pesca facturó 130 millones de euros. Y no, por ahora, no tenemos previstas más adquisiciones.

—¿Cuáles son los principales países con los que trabaja Interatlantic?

China, Japón, Rusia, Brasil norte de África y toda Europa. También Ucrania, pero aquí estuvo algo más parado por razones evidentes. Comercializamos en todos estos países, pero no es una relación unidireccional. Tenemos actividad mixta de producción, exportación y además hacemos compras y ventas internacionales. Aproximadamente la mitad lo producimos nosotros y la otra mitad lo compramos. Capturamos en Perú.

—¿Cuánta gente trabaja en el grupo pesquero?

—En Europa, unas 120 personas.

—Y, de vuelta en el sector inmobiliario, Interatlantic tiene en marcha proyectos residenciales en el centro de Vigo. ¿En qué fase se encuentran?

—Sí, uno de ellos es un edificio de doce viviendas en la calle Joaquín Yáñez. La línea de diseño es similar a la que ejecutamos en el Palacio de la Oliva. Aproximadamente la mitad de los pisos ya están colocados. Nosotros mismos los comercializamos y es nuestra primera experiencia en este ámbito. A final de este año esperamos empezar con otro edificio que adquirimos en Porta do Sol. También tenemos otro en la calle Areal. Estos dos últimos también son edificios de promoción inmobiliaria. Y habría que añadir la reforma del edificio que hoy en día es nuestra sede, en la calle Concepción Arenal.

—Y en la Oliva, ¿hay previstas más actividades?

—Arrancamos la labor de fomentar actividad cultural en la ciudad los miércoles y los jueves, como conciertos de música clásica, bandas, monólogos u obras de teatro. En la Reconquista vinieron 200 gaiteiros.