Huelga de autobuses en Vigo: «Nos vamos en taxi a Oporto a coger un avión para Asia»

E. V. Pita VIGO

VIGO CIUDAD

M.Moralejo

Una concentración de casi un centenar de trabajadores y líderes sindicales bloqueó una hora la estación de autobuses de Vigo y retrasó la salida de los servicios mínimos. Algunos viajeros se gastaron 200 euros para cruzar a Portugal

31 mar 2023 . Actualizado a las 13:14 h.

Decenas de pasajeros que iban a viajar en bus desde Vigo a Oporto y han quedado varados en la estación de autobuses por la huelga del transporte público han tenido que pagar 200 euros por un taxi para viajar al aeropuerto de Sáa Carneiro para tomar a tiempo sus vuelos internacionales. «Nos vamos en taxi a Oporto a coger nuestro avión para Asia, tenemos miedo de perderlo porque nos vamos de vacaciones de Semana Santa», comentan tres viajeros que salían a las 11.15 horas de la estación de Vigo cargados con grandes maletas. Lo mismo le ocurrió a otras dos viajeras y sus dos acompañantes, que ni siquiera encontraron taxi disponible en la parada de Vialia y tuvieron que salir a la calle con su equipaje a buscar uno. En total, a media mañana hubo 40 salidas de autobuses canceladas. Además, se produjeron retrasos de 11.00 a 12.00 en los servicios mínimos, que no pudieron salir de la estación porque la puerta estaba bloqueada por los manifestantes.

Muchos pasajeros buscaban conexiones alternativas a otras ciudades pero se llevaron la sorpresa de que la huelga afectaba a toda Galicia. Algunos optaron por viajar en tren a Santiago. 

A las 11.00 horas, casi un centenar de trabajadores se concentraron en la puerta de entrada de la estación de Vigo para retrasar la salida de buses con servicios mínimos. Coreaban consignas como «convenio xusto, salario xusto».

Fueron acompañados por los dirigentes sindicales Rubén Bernárdez, de UGT, Carlos Lamosa, de CIG, y Benigno Caride, de CC.OO. No descartan que después de Semana Santa inicien una huelga indefinida si no se mejoran los convenios provinciales.

Explicaron que reclaman salarios por encima de los 990 euros para conductores que trabajan hasta 15 horas al día, lo que repercutirá en una mejora de la seguridad de los viajeros. «Con todos os meus respectos, un traballador da limpeza de Vigo cobra máis que un conductor de bus», dijo uno de los sindicalistas. Consideran que el seguimiento fue del 95 %, aunque hubo muchos servicios mínimos.

En Mombus, los autobuses con rutas a Coruña, Ferrol o Vigo no salieron de base y no cumplieron los servicios mínimos para no tener problemas con los piquetes. Otros como Ojea pudieron operar normalmente porque tienen convenio propio.

Respecto al transporte escolar, los servicios mínimos eran muy altos y solo afecta a rutas de más de cuatro kilómetros aunque en algunas paradas de Vigo no llegó a pasar ningún bus.

Una pasajera de la estación de buses llamaba por móvil para avisar de que no tendría su autocar hasta el mediodía y perdió una hora. También se han dado casos de peregrinos que no encontraron su autocar a la hora prevista.

Concentración

Los sindicalistas, durante la concentración que bloqueó durante una hora la salida de buses de servicios mínimos, se quejaron de que los conductores de autocar tienen «salarios no umbral da pobreza, de menos de mil euros» y que la patronal «non se move» para mejorar un convenio provincial que «caducou hai dous anos». Consideran que el seguimiento hoy de la huelga ha sido «masivo».

Rubén Bernárdez, de UGT, señaló que la situación de los trabajadores del transporte público por carretera es dura porque «a maior parte deles cobran salarios base inferiores a mil euros». Repecto a la participación en la huelga, considera que el transporte escolar estuvo afectado por el 95 %, y la falta de seguimiento «foi residual». «Mandamos unha mensaxe ao Goberno e as empresas do que está pasando cun servizo público esencial». Durante la jornada, apenas hubo «casos aislados» de empresas que intentaron interferir en los trabajadores que querían secundar la huelga y aclaró que no hubo ninguna incidencia en Vigo y su área en la que interviniesen las fuerzas del orden.

Por su parte, Carlos Lamosa, de la CIG, calificó la participación de «masiva» desde primera hora de la mañana. «O 100 % das plantillas que non está de servizos mínimos está secundando a folga». Recordó que la provincia de Pontevedra «leva dous anos co convenio da patronal inamovible, levamos varias reunións cos empresas negociando». Insiste en que «aquí se cobran menos de mil euros ao mes, están transportando viaxeiros por 990 euros, son 33 euros ao día e nos ofrecen a irrisoria e vergoñenta subida salarial do 0,8 %». Advirtió que si la situación no mejora «haberá máis movilizacións».

Benigno Carid, de CCOO, recalcó que los trabajadores «non poden continuar nesta situación, con convenios no umbral da pobreza, con salarios por debaixo de mil euros». Insiste en que ese sueldo «non é suficiente para unha persona que anda cun bus con 50 críos ou fai un servizo regular con 50 viaxeros, é moita responsabilidade, e con todos os meus respectos, un empregado da limpeza de Vigo está a cobrar máis». Lamenta que la patronal «non se mova tras dous anos co convenio paralizado, temos unha patronal mala» que se ve presionada por las grandes ofertas a la baja que hacen las grandes empresas.

Un trabajador de Monbus explicaba en la entrada de la estación: «Trabajar 15 horas seguidas con presencia es una bestialidad, es una responsabilidad, al final del día vienes machacado». Añade que en su sueldo les incluyen las dietas: «Cobro 1.400 euros y pago la comida porque van incluidas las dietas, a la gente nueva ya le incluyen hasta las pagas. Tenemos que hacer fuerza porque trabajamos 12 o 15 horas al día».