Multitudinario adiós a Antonio y Luis, los amigos arrollados en una terraza de Vilaboa

Alfredo López Penide
López Penide VILABOA / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El multitudinario entierro de las dos víctimas del atropello en Vilaboa
El multitudinario entierro de las dos víctimas del atropello en Vilaboa Martina Miser

«Eran moi queridos», asegura una vecina. Tras el entierro, se celebrará este lunes un funeral conjunto en Santa Cristina de Cobres

20 mar 2023 . Actualizado a las 19:05 h.

Lo suyo fue una amistad de hierro, de esas de toda la vida. Se conocían de siempre y prácticamente todas las tardes se encontraban en el bar O Chancho para echar la partida de dominó. El viernes pasado, un accidente, un error humano, una confusión a la hora de poner una marcha provocó que un coche les arrollara mientras movían las fichas en este establecimiento situado al paso de la N-554.

Ambos fallecieron después de haber sido trasladados al Álvaro Cunqueiro de Vigo por el 061 y ayer los dos fueron objeto de un multitudinario entierro en el cementerio municipal de Santa Cristina de Cobres, su parroquia. Sus vecinos, así como los integrantes de la corporación municipal, quisieron arropar en masa a las familias de Luis Ríos Calvar y Antonio del Río Baltasar, lo que determinó que decenas de vehículos ocupasen no solo los espacios disponibles en el arcén de la carretera nacional, sino también los viales y caminos próximos al camposanto, una circunstancia que determinó que Protección Civil habilitase un operativo específico para garantizar que solo accediesen al entorno del cementerio los vehículos autorizados.

Cientos de personas se agolparon en las inmediaciones del camposanto. «Fue una desgracia, pero es algo que le puede ocurrir a cualquiera. Todo el mundo se puede confundir al conducir y normalmente no pasa nada, pero esta vez...», señalaba un residente de Acuña, otras de las parroquias de Vilaboa, que, si bien no conocía a los fallecidos, quería mostrar que «todo el ayuntamiento está con estas familias».

De hecho, el gobierno local, nada más conocer el alcance de este accidente, decretó tres días de luto oficial que culmina en la medianoche de este lunes al martes, de tal modo que «as bandeiras do Concello ondearán a media asta e queda suspendida toda actividade lúdica». El regidor municipal, César Poza, que ayer se mantuvo en un discreto segundo plano durante el entierro, al igual que el resto de concejales que acudieron a esta ceremonia, trasladó a través de redes sociales que «isto non é mais que o testemuño da dor do pobo de Vilaboa polas vítimas e as súas familias. Sirva nestes momentos como mostra de condolencia e solidariedade da veciñanza de Vilaboa con todas elas».

Desde la corporación municipal, formada por BNG, PP y PSdeG, enviaron «ás familias o seu apoio e agarimo nestes momentos tan difíciles». 

Llegada al camposanto

En torno a las cinco y media de la tarde de este domingo, el silencio solo roto por los llantos de familiares y allegados de Luis y Antonio se hizo en todo el camposanto. Tras el responso del párroco, los fallecidos fueron conducidos a sus respectivos nichos y enterrados, mientras que este lunes está previsto que se celebre un funeral conjunto en la iglesia de Santa Cristina de Cobres.

«Eran moi queridos. Sempre estaba segura de que os ía atopar na terraza do Chancho botando a partida. A veces xuntábase algunha xente só para mirarlles xogar», señaló una clienta de este establecimiento con las lágrimas asomándole en el rostro.

A las muestras de dolor por la pérdida de estos dos vecinos se sumaban las de comprensión por la situación por la que debe estar pasando el conductor. «Bastante xa debe estar pasando tendo estas dúas mortes na súa conciencia». Esta era una expresión que a grandes rasgos se repetía este domingo entre los vecinos de Vilaboa.

«Non estamos a falar dun tolo que colleu un coche cunhas copas de máis. É algo que te pode pasar a ti ou mais a min. Un accidente pode ocorrer en calquera momento», subrayaba Carlos, quien, acompañado por su esposa, se encontraba en las proximidades del cementerio. Se mostró convencido de que, en este caso concreto, el accidente se produjo porque el conductor del Mercedes C220 habría activado la marcha Drive —la de conducción en carretera— creyendo que había puesto la de Reverse —marcha atrás— o la de Párking, o posición de aparcamiento, por lo que, al pisar el acelerador, el coche salió disparado hacia delante donde Luis y Antonio compartían mesa y partida con Emilio Rodríguez y Javier González Filgueira, que sufrieron lesiones de carácter leve.