Los instructores piden salas de declaraciones en la Cidade da Xustiza en Vigo

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Los jueces que investigan crímenes o robos se reunieron el martes con la Xunta para negociar la redistribución de espacios de sus oficinas en el nuevo palacio judicial

03 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ocho jueces de instrucción que tramitan denuncias e interrogan a detenidos se mudarán a la Cidade da Xustiza de Vigo en diez días pero ya se han quejado a la Xunta de la falta de salas de espera para las víctimas y de cuartos privados para la toma de declaraciones. Así se lo avisaron a la Xunta en una reunión que los jueces mantuvieron el martes con altos cargos en Vigo.

No entienden cómo se entregó el nuevo edificio que ocupa la torre del antiguo Hospital Xeral pasando por alto sus advertencias. «Nos hemos quejado desde el principio de que las oficinas no eran funcionales, hemos enviado las actas de las juntas de jueces, correos al decano pero nunca nos recibió la Xunta en todo ese tiempo de visitas a la torre. Siempre hemos pedido salas de declaraciones en los juzgados y no las hay. No eran para nosotros, era para la ciudadanía», dice una fuente judicial. Proponen reciclar varias salas vacías como cuartos de espera o declaraciones.

«Nos dijeron que no había inconveniente en reorganizar el mobiliario porque es cuestión de mover la tabiquería pero todo sigue igual. Se podía haber hecho de otra manera, si no se ha visto antes es que algo ha fallado. El cascarón ya existía, el edificio no es elástico y debían haber pensado mejor la distribución», dice.

Las quejas también se dirigen contra el juzgado de guardia, que abrirá a primeros de marzo en la nueva sede judicial. Los instructores echan en falta salas de declaraciones y espacios de espera para separar a las víctimas de los investigados que no están detenidos. En el edificio viejo, había un pasillo con bancos. En el nuevo, ¿dónde se sienta el público?

Dramas personales

Irónicamente, la Xunta ha montado una sala de descanso en el juzgado de guardia de la Cidade da Xustiza por si algún jurista necesita dormir allí en las inexistentes guardias de 24 horas, un servicio que la propia Administración se niega a implantar. Los jueces planean reciclar esta dependencia inútil como sala para tomar declaraciones. Tampoco hay oficina para el enlace policial.

«¿Tengo que pedirlo yo? No son necesidades para nosotros. Nuestra dignidad no se mide por dos metros cuadrados más de despacho, pedimos cosas de sentido común», dice una fuente.

Los ocho juzgados de instrucción se mudarán entre febrero y marzo al segundo y cuarto piso de la torre. El tercero acoge las salas de juicios, cada una compartida por dos jueces. Pero nadie tuvo en cuenta al diseñar las oficinas las necesidades de estos tribunales que investigan crímenes o robos. Faltan salas para tomar declaraciones al denunciante o la víctima, lo que les obligará a relatar su drama personal en el pull de funcionarios, unas oficinas comunes tan atestadas y sin privacidad que sus 32 funcionarios comparten el mismo aseo.

«Hay familiares de fallecidos que llegan llorando, que preguntan por la autopsia, otros se desahogan, y los de las mesas de al lado los van a oír. Muchos perjudicados se sienten fatal», dice la misma fuente. Una idea es reconvertir dos salas vacías, reservadas para un futuro juzgado, como salas de espera o de declaraciones.