El arquitecto trató ámbitos tan diversos como la vivienda, los centros educativos o los templos
28 ene 2023 . Actualizado a las 22:39 h.Desiderio Pernas Martínez (1930-1996) fue el más joven de los renovadores del lenguaje arquitectónico en Vigo a partir de la segunda mitad del siglo XX. Junto con José Bar Boo, Agustín Pérez Bellas, Francisco Yáñez Ulloa, Fernando Araújo Rodríguez y Tomás Pérez-Lorente se mantuvieron atentos a las tendencias internacionales del momento y trataron de construir empleando lenguajes distintos a los usados por las anteriores generaciones. El arquitecto José Luis Varela Alén, en el resumen de la tesis doctoral que realizó en torno a la figura de este personaje, afirmó: «Arquitecto volcado en su oficio y alejado del mundo académico, su trabajo ha permanecido prácticamente en la sombra». En su trabajo, el arquitecto e investigador señala que Desiderio Pernas estuvo influenciado por Mies van der Rohe, Ludwig Hilberseimer y Arne Jacobsen, tres figuras imprescindibles en la configuración de la arquitectura contemporánea.
A la vuelta del viaje que realizó a Chicago, Desiderio Pernas se estrenó con la construcción de su propio chalé, ubicado en la Gran Vía. «La vivienda del arquitecto condensa el bagaje moderno que Pernas trae desde América, y que caracteriza la primera década de su producción arquitectónica en la ciudad», dice Fernando Agrasar Quiroga en la Guía de Arquitectura de Vigo 1930 ? 2000, COAG 2009.
En el ámbito de la vivienda, Pernas Martínez replicó un modelo de edificio de promoción de la Caja de Ahorros en la Coia de la segunda mitad de los años sesenta del pasado siglo. Son los edificios de cuatro alturas del tramo inicial de la avenida de Castelao, que contrastan con las torres posteriores. En esa misma época también diseñó edificios para la naciente avenida de As Camelias y el barrio de Casablanca. En ese mismo momento y espacio, el arquitecto dejó dos momentos definitorios de su forma de entender la construcción, el club de jubilados y la guardería de la calle Estrada. Los planos horizontales y funcionales presiden estos dos edificios.
Desiderio Pernas también realizó su aportación a la renovación de la arquitectura religiosa en Vigo con su propuesta para la iglesia de Santa Clara en la calle de Ramón Nieto donde plasma el cambio formal de la Iglesia después del Concilio Vaticano II, no tan espectacular como las realizadas por Conde Román, pero en esa misma línea rupturista. Años después, también levantaría, con un esquema similar, la iglesia del Rocío. Completa su aportación a la arquitectura religiosa de la ciudad la iglesia de Alcabre, aunque en este caso, cambia radicalmente sus anteriores planteamientos.
Otro de los ámbitos explorados por el arquitecto vigués fue la enseñanza. Nuevamente, de la mano de La Caja de Ahorros Municipal de Vigo, Pernas afrontó la construcción del Colegio Universitario de Vigo, el Cuvi, la actual sede de la Facultad de Filología. Ahí, se deja llevar por las influencias norteamericanas, nuevamente presididas por las líneas horizontales integradas en el entorno difícil por la irregularidad del terreno.
De similares características, incluso resolviendo dificultares espaciales parecidas, es la solución aportada por Desiderio Pernas Martínez para el colegio de educación especial Saladino Cortizo. Este edificio está incluido en el catálogo de bienes culturales del Plan Xeral de Vigo. En su ficha se recoge que «é un dos mellores logros da arquitectura moderna internacional», según el estudioso de la arquitectura Agrasar Quiroga. La creación vuelve a estar relacionada con el nombre del Mies van der Rohe, uno de los más grandes arquitectos del siglo XX.
En el ámbito de la combinación de viviendas y oficinas, en 1974, Pernas deja otro ejemplo singular en la calle dedicada a Policarpo Sanz, el conocido como edificio Banco Simeón. Ahí, realiza un llamativo juego de volúmenes presidido por grandes jardineras, algo parecido a lo que hizo Bar Boo en el Plastibar, aunque en este caso, Pernas lleva la vegetación al exterior, humanizando el aspecto general de la construcción.
Pero la obra de Desiderio Pernas también se vio envuelta en la polémica cuando acometió la remodelación del Teatro García Barbón por encargo de la Caja de Ahorros. Se le achacó al arquitecto, incluso por parte de algunos colegas, la solución dada al cierre del edificio. Hoy ya son pocos quienes discuten el resultado final de aquella operación.
El edificio Derby, situado en la confluencia de Príncipe con Urzaiz, también fue criticado aunque por diferentes motivos. En este caso, se apuntó más al hecho de que ocupase el espacio de un edificio querido por muchos vigueses, como era el caso del edificio Escalera, que por el valor arquitectónico propuesto por Desiderio Pernas.
Otro edificio de viviendas significativo es el conocido como Castelar, en la plaza de Compostela, muy próximo a otra obra renovadora de la arquitectura viguesa realizada por Xosé Bar Boo.
La huella del arquitecto vigués también se puede apreciar en Bouzas, en la sede del Instituto de Investigaciones Pesqueras, construido en la primera mitad de los años setenta del siglo XX. Incluso en elementos de organización de espacios, como es el caso del monumento a los galeones de Rande, en O Castro, que cuenta con anclas y cañones de barcos participantes en la batalla.
El nombre de Desiderio Pernas está hoy en día incluido en el callejero de la ciudad con una placa en uno de los viales de la parroquia de Oia.