¿Las luces de Navidad no son de paz?

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

VIGO CIUDAD

Circulo de mpresarios de Galicia

26 ene 2023 . Actualizado a las 12:12 h.

Se ve que, a pesar de las luces, la Navidad no ha dejado su poso de paz en Vigo. Ha comenzado la carrera electoral. Va a ser un año insoportable. Hay informes psicológicos que advierten del daño que la crispación política está causando en la salud mental de los ciudadanos. Yo, descreído periodista, no le quiero atribuir a los políticos esa importancia y ese perjuicio para la salud mental. Pero el enfrentamiento gratuito, o innecesario, que lo único que intenta ocultar es un interés electoral, solo daña la convivencia. No sé si también la conciencia de los ciudadanos, como dicen los expertos en psicología.

No todo vale. ¿Suma a la convivencia normal que el alcalde de la ciudad a la que va el presidente de la Xunta como invitado utilice su visita para resucitar el conflicto al que siempre se sube mirando únicamente las elecciones, buscando los réditos de los votos? Un conflicto que se repite en el tiempo, a pesar de que han cambiado los interlocutores. Sucedía cuando el presidente de la Xunta era Núñez Feijoo. Y nada cambia en el discurso político ahora que es Alfonso Rueda quien está al mando de la institución.

Las instituciones están por encima de los políticos que las representan por delegación del voto de los electores. Las instituciones, desde luego el Ayuntamiento de Vigo y la Xunta de Galicia, están por encima de las siglas de los partidos políticos, sean unas u otras, aunque las urnas estén tan a la vista. El presidente de la Xunta no puede hacer como si no hubiese oído nada frente a un ataque frontal. Alfonso Rueda se refrenó en su respuesta para salvaguardar su papel institucional. Trató de que las aguas volviesen a su cauce, una vez que quedó claro que el silencio no era una opción ante lo escuchado. La diplomacia es señal de distinción frente al ruido.

Tras una inversión importante en el espíritu navideño y en las luces de Vigo, es una lástima que no haya quedado en el ambiente de algunos despachos nada de esa armonía y espíritu de paz. Ni que los vatios hayan dado paso a una etapa de más luminosidad y menos oscuridad en las ideas. Era el momento para reiniciar un siglo de las luces. Si Vigo crece, Galicia crece.

Las instituciones siempre consiguen mucho más para sus gobernados desde la colaboración leal. Una mesa se mueve mucho mejor entre dos que si solo lo hace uno. Es evidente. Y una mesa no se mueve un ápice si uno se enroca en un fraseo que tiene más que ver con un mitin que con la recepción a la principal autoridad de la comunidad autónoma.