La segunda vida del chocolate vigués Sabú en la fábrica de Trapa en Palencia

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Europraline SL fabrica y comercializa turrones y chocolates en tableta y en polvo de Sabú
Europraline SL fabrica y comercializa turrones y chocolates en tableta y en polvo de Sabú Oscar Vázquez

Europraline comercializa la histórica marca fundada en 1940 por Pepín Alonso y que pasó por manos de Ruiz Mateos

23 ene 2023 . Actualizado a las 09:58 h.

Chocolates Sabú es historia de Vigo. Se trata de la única marca que sobrevivió del dulce imperio fundado en 1940 por el empresario José Alonso, Pepín, que también aglutinaba a las firmas La Perfección y Viso. Ahora, Sabú se fabrica en la planta de Trapa en San Isidro de Dueñas, en Palencia, que es propiedad de la familia Fernández Calvo desde el 2013. El desembarco de los estos empresario supuso un punto de inflexión en la planta castellana y también para el chocolate de origen gallego.

Los herederos de la marca han propiciado una nueva expansión nacional del producto en la que apelan a su historia. En su segunda vida, Chocolates Sabú ha cobrado fuerza en algunos de los principales lineales de supermercado con presencia nacional, como son Carrefour, Alcampo y Froiz. Los nuevos responsables del género han desarrollado un plan estratégico en el que incluyen los productos que le dieron fama en Galicia y en España, como turrones y chocolates a la taza, además de elaboraciones recientes como el chocolate con leche sin gluten.

La sociedad Europraline SL figura como la nueva fabricante de Sabú. Es propiedad de la familia palentina Fernández Calvo, que se hizo con la unidad productiva de Trapa en Castilla y León hace una década y, además de la marca viguesa, tiene derechos de uso de las firmas Herminia, Carrillón y la propia Trapa. Anteriormente, todas ellas habían sido propiedad del empresario José María Ruiz Mateos, que en el 1992 se hizo con la chocolatera palentina cuando estaba en peligro de desaparición. Pero el desmoronamiento de todo el imperio de Rumasa, expropiada por orden del Gobierno del PSOE, hizo que Trapa cayese poco a poco en el olvido. En los diez últimos años, la empresa ha ido recuperando el pulso y en el 2021 alcanzó los 18,4 millones de euros de facturación. La recuperación de los resultados también ha influido en la promoción de Chocolates Sabú.

Antiguas instalaciones de Sabú en Sárdoma
Antiguas instalaciones de Sabú en Sárdoma Oscar Vázquez

Vigo despidió a su histórica chocolatera en 1999, año en que se cerró la planta de Sárdoma de La Perfección-Sabú. La empresa fundada por José Alonso Rodríguez había alcanzado una producción anual de un millón de kilos de chocolates, turrón y cacao en la década de los noventa y una facturación de 700 millones de las antiguas pesetas. Vendían, entre otros, a Portugal, Canadá y Australia y contaban con una cadena de producción automática. Son miles los vigueses que hoy en día siguen recordando los anuncios radiofónicos de una sirena recomendando las elaboraciones de Viso, «signo de calidad», y de La Perfección, «qué ricos son».

La suerte del imperio vigués del chocolate se truncó en 1998, cuando su fundador declaró la suspensión de pagos de las sociedades encargadas de la fabricación y la maquinaria y la comercialización del producto. En agosto de ese mismo año, el afamado empresario español Ruiz Mateos, que salía al rescate de firmas españolas que atravesaban situaciones complejas, desembarcó en Vigo interesado por este conglomerado empresarial dedicado al cacao y se adueñó del mismo. Comenzó entonces lo que los trabajadores, jueces y abogados de la ciudad definieron como «movida financiera» y «la trama del chocolate». Las firmas se disolvieron y pasaron a estar manejadas por un complejo entramado de sociedades (uno de ellos en Belice) que acabó con treinta antiguos empleados de la chocolatera denunciando al azote de Miguel Boyer y reclamando las marcas de La Perfección y Viso. En los juzgados se decidió finalmente que el grupo Nueva Rumasa había cometido irregularidades en el traspaso de marcas. Sabú logró sobrevivir a tres años de periplos judiciales porque había permanecido al margen de Chocolates del Atlántico. Más tarde, entró a formar parte de las marcas con derecho de uso en Trapa.

José Alonso «Pepín» Rodríguez. El empresario vigués fundó Chocolates Sabú en el 1940. La primera fábrica estuvo instalada en el centro de Vigo hasta que, por falta de espacio, se trasladó a Sárdoma
José Alonso «Pepín» Rodríguez. El empresario vigués fundó Chocolates Sabú en el 1940. La primera fábrica estuvo instalada en el centro de Vigo hasta que, por falta de espacio, se trasladó a Sárdoma JORGE LENS

Europraline SL

Los nuevos propietarios desembarcaron en Trapa con el desafío de reflotar la compañía. La tomaron en el 2013 con una facturación de un millón y medio de euros y las previsiones apuntan a que podrían haber superados los 20 millones en este último ejercicio. En el 2021, contaban con 115 empleados en su plantilla y elaboraron más de 5.000 toneladas de chocolate.

En la última década, han puesto en marcha un ambicioso plan estratégico que propone la innovación en sabores, así como la investigación de nuevos formatos. Entre el 2020 y el 2025, anunciaron una inversión de 10 millones de euros.