De ultramarinos a biblioteca museo

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.Moralejo

Alejandro Otero ha creado en una antigua tienda de Teis un espacio con numerosos libros, revistas, cedés y vídeos, especialmente de temática tecnológica

31 dic 2022 . Actualizado a las 02:42 h.

«A los 13 años monté mi primera radio», dice Alejandro Otero Davila para situar los inicios de su pasión por la tecnología. A partir de ese momento, la inquietud de este hombre de 80 años ya no se detuvo jamás, hasta el punto que en la actualidad preside la Federación Gallega de Universitarios Sénior. «Llevo diez años en la universidad», señala con orgullo.

Su última hazaña ha sido convertir el local que acogió un ultramarinos, desde 1926 hasta comienzos de este mismo año, en una biblioteca museo. Está ubicada en el barrio de Teis, en el número 176 de la calle de Sanjurjo Badía, en el Toural.

El local conserva toda la infraestructura de las tiendas de antes. Aquellos espacios que acogieron latas, garbanzos, aceites y jabones lagarto y que vivieron los tiempos de las cartillas de racionamiento están ahora ocupados por libros, revistas, vídeos y, en el futuro, una muestra de ordenadores personales. «Tienen una gran calidad; hay una historia de la tecnología a través de revistas de la época, como Mundo electrónico, y recorren desde la época de las válvulas hasta los transistores», explica Alejandro Otero.

Este hombre, de inabarcables conocimientos e inquietudes, fue la primera persona en Vigo que montó televisores. Fue en 1959, cuando todavía no había llegado la señal de Televisión Española. «En la zona de Gran Vía sí se podía coger la televisión portuguesa, y la gente con dinero comenzó a comprar televisores. Entonces, valían por encima de las 20.000 pesetas, pero yo los construía y vendía a mitad de precio», recuerda.

Un milagro en la ETEA

Su paso por el servicio militar en la ETEA fue su gran salto. «Allí empezó el milagro. Alguien comentó a los mandos que yo sabía montar televisores y ya no paré de transformar los aparatos americanos a la norma europea», añade. Pero el nombre de Alejandro Otero ha pasado a los libros de historia cuando participó junto con el oftalmólogo Antón Beiras en la creación del Vigoscopio, la primera máquina en el mundo que corregía el estrabismo.

Su carrera profesional continuó después en Vigo con Rank Xerox, apartado que en su biblioteca cuenta con un amplio espacio. Incluso escribió un libro sobre esta empresa, Efemérides de un proyecto de éxito, que completa esa sección. Está muy cerca este apartado del dedicado a los libros de electricidad que se utilizaban para formar a los especialistas que acudían a la ETEA. «Son libros muy rústicos porque, en realidad, eran traducciones del inglés que se realizaban para la escuela de la Armada», afirma. Pero, sin duda, del libro que más orgulloso se siente de cuantos ocupan las estanterías del viejo ultramarinos es un tomo de ingeniería que se utilizaba en la Universidad de Stanford, en California. «Es mi Biblia», dice con media sonrisa en la boca.

La historia también ocupa una parte importante del espacio habilitado, con una sección específica dedicada a Vigo y otra a Galicia. En este ámbito también dejó su propia aportación bibliográfica, un libro sobre el Toural, uno de los barrios de Teis.

Quien quiera consultar sus ejemplares deberá ponerse en contacto con Alejandro porque la biblioteca museo no tiene un horario de apertura al público. «Estoy a tope y no puedo estar aquí continuamente», dice, para añadir que, además de la ampliación de sus estudios universitarios, participa, desde la Federación que preside, en numerosos proyectos, como un manual de uso fácil de móviles dirigido a personas mayores, o su reciente participación en un programa sobre la soledad no desea de personas mayores.