La organización que importó los 3.300 kilos de cocaína requisados fletó un barco en Senegal para acercar el alijo a Galicia y salir a recogerlo

VIGO CIUDAD

Óscar Vázquez

Utilizaban pesqueros que simulaban operativas legales en las costas africanas organizadas desde Vigo; el valor de la droga retirada del mercado se eleva a 110 millones de euros y los detenidos ya estan desde primera de este jueves en el juzgado para decidir si ingresan en prisión provisional

22 dic 2022 . Actualizado a las 11:57 h.

La bautizada operación Sugar Brown supone la más importante operación contra el narcotráfico en Galicia en el 2022 y deja un balance que implica el desmantelamiento de todos los eslabones de una organización asentada en Vigo, y con tentáculos en Vilagarcía y Vilanova de Arousa, Boiro, A Cañiza, Cangas y Ourense, especializada en el tráfico internacional de cocaína procedente de Sudamérica. Los considerados responsables del entramado residían en Vigo hasta ser arrestados este martes, e integrarían un grupo organizado especializado en introducir grandes cantidades de esta droga en territorio nacional; utilizando para ello barcos que simulaban campañas de pesca en aguas del océano atlántico, próximas a costas africanas. Los detenidos se encuentran desde primera hora de este jueves en el Juzgado de Instrucción número 1 de Vigo para declarar y decidir si ingresan en prisión provisional.

La tesis policial cristalizó el pasado domingo, al norte de las islas Canarias, con la incautación de 3.300 kilos de coca a bordo de un deteriorado barco que tenía como destino algún punto sin determinar de las costas de Galicia para trasvasar la mercancía a otras embarcaciones y, posteriormente, descargarla en tierra para su comercialización.

La investigación comenzó a principios del 2022 de la mano del Equipo Contra el Crimen Organizado con sede en Galicia (ECO Galicia) de la UCO y del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) en Pontevedra, ambas de la Guardia Civil, el Juzgado de Instrucción número 1 de Vigo y la Fiscalía Antidroga de Pontevedra, tras detectar una especial actividad de determinados objetivos policiales gallegos en el ámbito de la pesca en aguas africanas. Ya en los últimos meses, la investigación corroboró cómo algunos sospechosos se desplazaron personalmente a Senegal para organizar y coordinar personalmente este cargamento de cocaína; encargándose tanto del flete del barco, como de la contratación de la tripulación, teniendo previsto de la misma manera qué embarcaciones saldrían al encuentro de este barco cuando se acercase a su destino, en Galicia.

Guardia Civil

De manera paralela, en las Rías Baixas, se constató que el resto de objetivos policiales, ejerciendo roles diferentes y estructurados, intensificaban diferentes actividades encaminadas a la introducción de una importante remesa de cocaína en las costas gallegas o cerca de ellas. Los seguimientos y el trabajo de campo confirmaron igualmente que los investigados contaban con sofisticados medios para el transporte del estupefaciente por distintas provincias españolas, que les permitía prescindir incluso de otros vehículos lanzadera que avisarían de posibles controles policiales. También utilizaban complejos métodos de ocultación en dobles fondos hidráulicos en los vehículos que utilizaban, a lo que se sumaba el uso de mensajería encriptada para comunicarse entre ellos.

Pasa a disposición judicial uno de los detenidos en la operación Sugar Brown
Pasa a disposición judicial uno de los detenidos en la operación Sugar Brown M.Moralejo

Colaboración internacional

Las gestiones realizadas por la Guardia Civil en Senegal, con la ayuda de las autoridades del país, junto a la colaboración de la DEA estadounidense (Drug Enforcement Administration), la NCA británica (National Crime Agency) y el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC), permitieron cerrar el círculo policial para saber cuándo y cómo zarpó y que en algún momento recibió los 3.300 kilos de cocaína —valorada en unos 110 millones de euros— para emprender la travesía en dirección a España. A partir de ahí se diseñó el operativo marítimo para salir a su encuentro. Ocurrió el pasado domingo, día 18, mediante un despliegue integrado por agentes de la Unidad Especial de Intervención (UEI) y del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que abordaron el barco fletado por la organización gallega al norte del archipiélago canario.

La ayuda del servicio aéreo de la Guardia Civil resultó igual de fundamental. Uno de sus aviones monitorizó el trayecto del pesquero de manera discreta durante varias horas tras localizarlo en alta mar. En el abordaje fueron detenidos los tres tripulantes del pesquero investigado, dos de ellos gallegos, además de intervenir los 3.300 kilos de cocaína. El barco y el alijo fueron trasladados al Puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde se amarró y descargaron los fardos. Dos días después, este martes, el EDOA de Pontevedra y el ECO Galicia de la Guardia Civil realizaron la última parte de la investigación con decenas de agentes desplegados en diferentes localidades de la Rías Baixas.

Realizaron 13 detenciones y 14 registros en Vigo, Vilagarcía de Arousa, Ponte Caldelas, Vilanova de Arousa, Cangas, A Cañiza, Boiro y Ourense. Los agentes intervinieron, a mayores del gran porte localizado en el pesquero, un kilo de heroína, uno y medio de cocaína, 20.000 euros, vehículos de alta gama, dispositivos electrónicos encriptados y detección de medios técnicos, abundante documentación y efectos de gran interés policial.

Otro de los arrestados en la operación Sugar Brown pasando esta mañana a disposición judicial en Vigo.
Otro de los arrestados en la operación Sugar Brown pasando esta mañana a disposición judicial en Vigo. M.Moralejo

Ruta africana

Esta importante operación supone, a ojos de sus responsables, la enésima evidencia de la relevancia que tiene en el tráfico internacional de cocaína transportada por el Atlántico la denominada ruta africana: «Considerada como uno de los itinerarios más utilizados por las grandes organizaciones de narcotraficantes cómo uno de los más seguros y con mayor garantía de éxito para sus intereses». Y es que la Guardia Civil detecta desde hace tiempo como determinadas organizaciones gallegas han incrementado paulatinamente sus infraestructuras la costa oeste africana con el único objetivo de introducir estupefacientes en la Península valiéndose de esta ruta.

A mayores, la coartada de la pesca utilizada por los considerados cabecillas de la última organización desmantelada en Galicia no resulta nueva en el negocio de la importación del polvo blanco más rentable de la historia. Algunos de los primeros grandes narcos da terra, Sito Miñanco o Manuel Charlín, O Vello, ya recurrían a barcos pesqueros que faenaban frente a la fachada atlántica de África para recoger grandes portes de hachís producido en Marruecos o cocaína procedente de Sudamérica que acababa en España. Otra evidencia de que en el submundo del narcotráfico, todo es cíclico y los sistemas de transporte y sus estrategias se reutilizan tarde o temprano.