Ideas para celebrar una Navidad más ecológica

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Desde regalos más solidarios hasta el consumo de productos de temporada

18 dic 2022 . Actualizado a las 21:05 h.

Aunque en Vigo parezca permanente el calendario, este nos dice que en una semana será Navidad, por eso queremos sugerirles algunas ideas para celebrar las fiestas de una forma más ecológica, si esto fuera posible con tantas llamadas al consumismo.

Afortunadamente, algunas tradiciones, generalmente foráneas, con gran impacto ambiental, van a menos, como adornar con acebo, una especie protegida (solo se puede comercializar el cultivado en vivero) cuyos frutos, tóxicos para nuestra especie, son un alimento fundamental para la fauna en invierno.

Los arbolitos naturales, que con cepellones minúsculos, y tras sufrir la falta de riego, pegados a la calefacción y llenos de adornos, pocas veces sobrevivían (el salón de una casa no es el hábitat de un árbol), siendo además especies exóticas. Los belenes tropicales llenos de musgos que son especies sensibles y amenazadas de gran importancia ecológica y adolecían, además, de rigor histórico pues Palestina es una zona semidesértica y viendo muchos belenes parece que Jesús nació en medio del Amazonas.

En otras tradiciones navideñas podemos poner de nuestra parte para que nuestras fiestas sean más sostenibles. En el Ceida (Centro de Extensión Universitaria y Divulgación Ambiental de Galicia) nos brindan ejemplos. Sobre los regalos podríamos plantearnos hacerlos con causa: solidarios, artesanales (lamentablemente, tras 37 ediciones, Ofeitoamán no se celebrará en Vigo este año) de pequeño comercio local, con historia, etc. Regalos responsables: especialmente si decidimos adoptar (no comprar) una mascota debemos pensarlo muy bien para evitar que el próximo verano acabe abandonada. Y podemos regalar experiencias: entradas a un espectáculo, suscripciones, clases, asociarse a una entidad de cooperación, solidaria o ecologista. Recordemos que cada vez más personas pasan frío, pobreza energética, hambre y falta de techo en estas fiestas. En las cenas y comidas optemos por productos locales y de temporada: agricultura y ganadería ecológica y pesca artesanal son la mejor opción que nos garantiza calidad, frescura y fortalecer las pequeñas economías locales. Evitemos el sobreempaquetado, los productos kilométricos para llegar a nuestra mesa y el despilfarro de alimentos.

En la decoración navideña reutilicemos lo que ya tenemos, no compremos por comprar y recurramos a la creatividad. Nada mejor que, en familia, diseñar con elementos simples y reutilizables nuestros propios adornos, únicos y exclusivos. Estos días, los colegios de la ciudad son un fantástico catálogo de cómo los niños y niñas (y sus profes) pueden hacer maravillosos adornos navideños reciclando. Si precisamos comprar otros adornos recurramos al pequeño comercio local.

Pero estando en Vigo no podemos evitar las luces. En la película Juegos de Guerra un ordenador juega contra sí mismo al tres en raya. Tras una interminable sucesión de empates el sistema concluye que se trata de «un extraño juego en el que el único movimiento posible para ganar es no jugar». No compitamos añadiendo más luces en nuestras casas.

Once millones de lucecitas de Navidad son demasiadas, por muy LED que sean, y es un mal ejemplo en plena crisis energética, social, y climática. Recordemos que, con independencia de las creencias de cada cual, si en estas fechas navideñas se celebra el nacimiento, la renovación y la continuidad de la vida, que nuestras acciones no signifiquen todo lo contrario, para que también el planeta que nos sustenta y lo sustenta todo tenga la fiesta en paz.