Santi Rodríguez, el Frutero de «7 Vidas» visita Galicia: «Tenemos la piel fina, hace falta más humor»

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro sevilla SANTIAGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Andres Navarra

El artista andaluz recala en Santiago y Vigo con «Espíritu», obra en la que un recién fallecido dedica un canto a la vida

24 nov 2022 . Actualizado a las 19:31 h.

Santi Rodríguez (Málaga, 1965) se hizo famoso siendo el Frutero de 7 Vidas, una de las series más longevas de la televisión española. El humorista recalará hoy en Santiago y el sábado en Vigo con Espíritu, obra en la que realiza un canto a la vida.

¿Ganas de visitar Galicia?

Si a alguien no le gusta Galicia, que le hagan un electro porque lo mismo está muerto. Es un gustazo, por su gente, comida, paisaje, y también por su clima. En Santiago, si no hay esa lluvia fina, no es lo mismo. Tengo debilidad por el marisco. Me he tomado doble pastilla contra el ácido úrico.

¿Tienen sentido de humor los gallegos?

Mucho, incluso en su forma de pensar el sentido del humor va implícito. Con esa fama de contestar con otra pregunta ya te están lanzando mensajes irónicos sobre lo que estás preguntando.

¿Qué se encontrarán los espectadores en «Espíritu»?

Siendo la historia de un tío que ha muerto, intento hacer un canto a la vida. Tengo debilidad por el humor y lo va a haber. Desde el punto de partida del terror, quiero que la gente lo pase bien, ponerlos en guardia sobre un mensaje que todos sabemos y nadie pone en práctica, que es que la vida dura dos días y enseguida toca hacer la mudanza. Y esos dos días no los aprovechamos. Sabemos que pasan rápido, pero preferimos quejarnos y tenemos miedo de cosas que al final ni ocurren.

Usted sufrió un infarto, ¿qué aprendió?

Te hace recapacitar, pero está la fase que le llamo de borrachera, en la que quieres saltar en paracaídas, hacer parapente y nadar entre tiburones. ¡Pero a ver, no te has muerto del infarto y vas a morirte haciendo el animal! Después de una experiencia así, hay que reordenar tus prioridades y aprovechar lo que tiene enfrente y a tu alrededor todos los días y no le damos importancia. Con poco se puede disfrutar mucho.

Hay que saber reírse.

Es como cuando sales a correr. Vas entrenando y cada vez lo haces más rápido y aguantas más. Con el optimismo es lo mismo. Hay que saber reírse de uno mismo, no queremos asumir nuestras carencias y cuando lo haces, es cuando empiezas a disfrutar de ti mismo. Últimamente tenemos la piel fina, hace falta más humor. Todo nos afecta y ofende.

Ahora si no te sientes ofendido no eres normal.

Hemos comprado el mensaje del enfrentamiento, de que esté todo polarizado y de si no piensas como yo eres mi enemigo. Debemos ver más lo que tenemos en común que lo que nos divide.

Se hizo famoso como el Frutero de «7 Vidas», aún se lo recuerdan?

Sí, pero no me molesta. Luego con mi trabajo intento decirles que el Frutero fue un época, que soy una persona normal, que no soy el impresentable que era el Frutero. Hay gente que se cree que el coche fantástico hablaba y que el frutero, que era un cabrón, soy yo.

Era un impresentable, pero se le cogía cariño.

Era como la mujer de Roger Rabbit, que decía, ‘soy mala, pero porque me han dibujado así'. El frutero estaba bien caricaturizado y no caía mal. No sé ahora si pasaría lo mismo. Las cosas han cambiado. Ahora la gente se toma el humor de una manera que se exaspera. Esto es un juego, algo paralelo a la realidad.