«El sentido del humor es un componente más de la inteligencia»

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El humorista canario presenta en Vigo el monólogo «¡Kike a cien!»

17 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Sinatra Club (Fermín Penzol, 6) acogerá mañana viernes un monólogo del cómico canario Kike López. Las entradas se pueden adquirir en ataquilla.com a partir de 15 euros más los gastos de gestión.

—¿Cómo es el espectáculo que trae a Galicia?

—Se llama ¡Kike a cien! porque la idea es intentar que la gente vea la vuelta a la normalidad con alegría. Es mi forma de volver a la felicidad que me supone regresar al escenario y ver a la gente que ríe y celebra la vida.

—¿Cómo pasó aquel momento?

—Pasé por varias fases. La primera fue de cabreo porque profesionalmente estábamos muy bien y el parón me cabreó muchísimo. Por la misma razón, luego me tranquilicé; ese parón, afortunadamente, nos cogió con un crédito importante para poder aguantarlo. Y la última fase fue la de ponerme las pilas y cumplir la función que nos toca, que es entretener a la gente y darles esa risoterapia que hace falta a todo el mundo.

—¿Qué debe haber siempre en sus espectáculos?

—Es obligatoria la presencia de la honestidad y la evidencia; a partir de ahí trabajo. Empiezo desde la honestidad más absoluta. Pongo sobre la mesa todo lo que eso conlleve, tanto los errores como los aciertos, y, desde mi forma de ver la vida intento hilar una serie de anécdotas. Al fin y al cabo, mi espectáculo es hora y media de anécdotas hiladas, en el que trato de mostrar mi forma de ver la vida.

—¿Qué papel otorga al espectador?

—Busco su complicidad, pero no su participación activa porque quiero que el público se relaje y que se ría tranquilo; ya me encargo yo de hablar la hora y media. Sí es verdad que genero una energía en la que transmito complicidad. Esta está en los silencios entre el público y yo. Lo que yo pienso no solo se me ha ocurrido a mí. Eso está guay.

—¿El espectador puede entrenar su sentido del humor o todo depende del cómico?

—Sí, lo creo firmemente, el sentido del humor se puede entrenar y es un componente más de la inteligencia, así que se puede entrenar y hacer crecer. Por supuesto, tengo claro que 60-70 % de un show de comedia tiene que ver con la predisposición del público; si no está predispuesto a reír ya puede estar el mejor cómico del mundo que no hay nada que hacer. Hay que ir con la idea de reírse un rato, luego, el humor puede ser mejor o peor, pero el público es fundamental.

—¿Y se puede reír una persona de cualquier cosa?

—El humor es tan subjetivo que cada uno establece sus límites y cada uno tiene en su cabecita y su corazón el límite de lo que se puede reír. Yo pongo esa responsabilidad en el receptor, él es quien decide hasta dónde llega. El emisor puede regirse por unos valores que tenga unos códigos diferentes a los de quien escucha, entonces tampoco se le puede echar la culpa al emisor. Que cada uno diga lo que quiera sin faltar al respeto, pero, luego, cada uno debe establecer los límites. Yo, como espectador de comedia, cuando me molesta algo, el trabajito lo hago yo, así que tengo qué saber por qué me ha molestado. Mientras no me tire piedras el emisor, yo no debo molestarme.

—¿El humor se entiende igual en Canarias, en Galicia o en Levante?

—El humor es humor. Decía Woody Allen que él hacía humor costumbrista de Nueva York, es decir, que el humor, al final, debe ser costumbrista porque hablas de tu entorno, pero no hay diferencia entre un señor de Canarias y otro de Galicia. El asunto es el contexto; si tu humor se nutre de demasiado contexto lugareño, es probable que te alejes del público de otros sitios. Al final, es hacerse entender porque los temas son universales

—Si busco su nombre en Internet me sale asociado a adelgazar. ¿Qué ha pasado?

—Es debido a que este año he tenido un cambio físico importante, he adelgazado 47 kilogramos, por eso voy a Galicia, a intentar recuperar un poco.