Alberto Martín de Hijas Díez: Una biografía digna de la izquierda

Carlos González Príncipe

VIGO CIUDAD

M. Moralejo

Obituario: Fue concejal socialista en el Concello de Vigo a mediados de los años ochenta

16 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Alberto, nuestro amigo y compañero, fue el que nos representó en 1968, en una mesa redonda de la BBC cuando se abordó en esa emisora la revolución juvenil de aquel año en todo el planeta. España era una dictadura y, a la vuelta, Alberto pasó por las manos de aquella policía sometida al franquismo y que quería pagar las ansias de libertad que manifestábamos una minoría de osados activistas que queríamos una España democrática. Alberto vivió los cainismos de los últimos años del franquismo y las múltiples subdivisiones de aquella izquierda inmadura que predicaba la revolución como algo etéreo y celestial. Cuando vimos de frente a los golpistas del 23 F y nos vimos en sus listas, muchos de aquella izquierda infantil y valerosa, pedimos la entrada en el PSOE para hacer el gran partido socialdemócrata que España necesitaba. Mi entrada fue en junio del 81, con escándalo de la aristocracia del PSOE vigués, que quiso impugnar mi adhesión. Él entro en septiembre y ya hubo menos revuelo. De ahí pasamos a las listas municipales y nos vimos los dos de concejales, él además de diputado provincial formando parte de la oposición a Mariano Rajoy, a la sazón presidente del ente provincial.

Alberto le dio al partido y al gobierno municipal muy buenas ideas y trabajó por hacerlas realidad. En primer lugar, los procesos y baremos de atribución de vivienda social, cuando el estado tenía política de vivienda. En el período que Alberto estuvo en el consistorio vigués se atribuyeron más de 700 viviendas. Comparen su acción con los últimos 15 años. Fue el mejor concejal de vivienda que tuvo Vigo. Ahora, ni se sabe quién es. De aquella política de promoción que sembró Alberto, ha habido casos de éxito social innegable, desde la vivienda social a Toralla. Qué tiempos.

La otra gran aportación de Alberto fue la primera reforma del transporte publico municipal y el invento del bono bus. Cuando nadie pensaba que se podría ganar la Diputación, y algunos compañeros hablaban de su disolución, él predijo que esos entes eran necesarios y que el PSOE lo presidiría. Se adelanto 30 años a lo que pasó. De puertas adentro, en la guerra civil del partido entre Guerra y Felipe, Alberto estuvo siempre con Felipe, pero sin dejar de tener una opinión propia sobre las carencias de nuestro proyecto socialdemócrata.

Ha muerto un hombre decente, que cuando dejó la política institucional volvió a su trabajo, sin puertas giratorias y sin colocar cuñadas, hijos o allegados. Ha muerto un amigo. Ha muerto una parte de la generación que hizo la Transición y ayudo a hacer una España, un Vigo y una Galicia mejor. Por ti Alberto, estamos hoy un poco mas orgullosos, seras siempre uno de los nuestros.