Los botellones se ceban con el patrimonio en Vigo

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

La casa del productor de cine Cesáreo González, emblema de la arquitectura racionalista, y esculturas artísticas de la zona portuaria sufren continuos actos de vandalismo las noches de los fines de semana

08 nov 2022 . Actualizado a las 23:44 h.

Las plazas de Portugal y A Estrela junto con el paseo de As Avenidas son los «botellódromos» más demandados por los jóvenes vigueses en los últimos tiempos. A los habituales problemas de ruidos y suciedad que generan estas congregaciones masivas de personas en momentos puntuales de la semana, se le suma la huella que algunos vándalos dejan en el patrimonio material de la ciudad.

El ejemplo más grave de esa falta de respeto por el patrimonio arquitectónico es la amalgama de pintadas que se suceden en el edificio Cesáreo González, una de las joyas en la ciudad de la arquitectura racionalista. Toda la parte baja de este edificio está plagada de pintadas, algunas con cierta querencia decorativa y las más, con el único fin de ensuciar. Este edificio fue proyectado por el arquitecto vigués Francisco Castro, máximo exponente del racionalismo vigués y figura reconocida en toda España. Lo más curioso de este caso es que tampoco desde el Concello de Vigo se ha dado protección a este edificio, que ni tan siquiera aparece recogido en el catálogo de bienes culturales de la ciudad. Pero ese es un sino de la arquitectura racionalista, que en Vigo ha sido muy maltratada en los últimos años, derribos incluidos de varios ejemplos. No obstante, entrar en ese catálogo o incluso ser bien de interés cultural no libra a un edificio de ser maltratado, como es el actual caso de la fachada de la antigua estación de trenes, castigada contra el muro de la estación.

Monumento Elduayen

As Avenidas es otra de las zonas donde algunos vándalos han actuado de forma violenta contra el patrimonio cultural de la ciudad. El caso más grave aconteció en el año 2019 cuando una noche fue derribada una de las esculturas que componen el conjunto monumental dedicado a Elduayen. La intencionalidad fue clara porque estas figuras están realizadas en bronce.

XOAN CARLOS GIL

Si no cultural sí mobiliario, en esta zona también se ataca constantemente los espacios cercanos a la entrada del aparcamiento subterráneo. A diferencia de lo visto en el edificio Cesáreo González, en este caso, el único fin es emborronar un espacio originalmente pintado de blanco.

XOAN CARLOS GIL

La tercera área botellonera de la ciudad se concentra en la plaza de A Estrela. En este punto también la escultura del Nadador de Francisco Leiro ha sido objeto de ataques. El metal fue pintado en más de una ocasión, y ahora se pueden apreciar varias incisiones realizadas con objetos punzantes.

Aunque estos espacios sufren directamente las consecuencias de la noche, hay otros puntos de la ciudad donde también se ha atacado el patrimonio. Son zonas de paso como la calle del Príncipe donde la escultura que Jandro dedicó al vendedor de periódicos Castro ha sido mutilada en numerosas ocasiones. También, recientemente, dos ciudadanos portugueses, que estaban de marcha en Vigo, antes de recogerse al apartamento en el que estaban destrozaron el conjunto escultórico de Buciños situado en Vía Norte.

El PP pide intervención policial y Marea, que se cumplan las ordenanzas municipales

 

El problema del botellón afecta de lleno al Concello, que no puede mirar para otro lado. Es lo que le vinieron a decir ayer los grupos de la oposición al gobierno local. El PP y Marea coincidieron en apuntar al incumplimiento de la propia ordenanza municipal de convivencia ciudadana y ocio.

El portavoz de los populares en el Ayuntamiento, Alfonso Marnotes, se reunió con vecinos de la plaza de Portugal que sufren todos los fines des emana el problema del botellón y pidió que se actúe «de forma contundente para erradicarlo en la vía pública» Los vecinos denuncian que la zona se ha vuelto «insegura e intransitable, y el ruido por las noches se hace insoportable». Ocurre todas las noches de los fines de semana y de las vísperas de festivos.

Marea de Vigo señala que el gobierno local incumple sistemáticamente las ordenanzas que él mismo aprueba. Lo dice a propósito de los botellones (recuerda que existen zonas declaradas saturadas de ruido y normas para el control del consumo de alcohol en espacios públicos) y también por la que protege los árboles sobre los que se cuelgan adornos navideños, como en la Alameda.