Los orígenes de Vigo se remontan a finales de la Edad Media

j. miguel gonzález fernández

VIGO CIUDAD

Plano de Vigo, atribuido a Turriano, de 1597
Plano de Vigo, atribuido a Turriano, de 1597

La población surgió de su privilegiada condición costera

08 nov 2022 . Actualizado a las 00:03 h.

Sin duda, el ADN de Vigo está en la cumbre del monte de O Castro, estratégica para controlar la ría y el entorno. Aunque las obras de la fortificación destruyeron buena parte y removieron los estratos arqueológicos, es casi seguro de que el poblado castreño se abandona en el siglo II después de Cristo, asentándose la población en las «villae» romanas costeras (grandes explotaciones agrícolas) como sería el caso de O Areal/Rosalía de Castro, con sus «salinae», o la de Picacho. Allí subsistirían en los siglos oscuros, trabajando los pobladores como siervos o colonos. Las excavaciones recientes de estructuras habitacionales y las laudas funerarias avalan esta hipótesis.

Entre la leyenda y la tradición, cuenta el erudito tudense F. Ávila y Lacueva (1854) que Vigo fue fundada por marineros de Redondela, quienes consideraban el paraje muy apropiado para la pesca. Quien sabe lo que puede haber de cierto, pero la villa del Alvedosa (como Baiona) aparece en los portulanos de G. Benincasa (1467) y en el P. Reinel (1485), mientras que Vigo ni se cita, prueba de la pujanza mayor de aquella desde épocas pasadas.

La primera vez que se cita a Vigo como villa es durante el pleito por el dominio del señorío en 1234, con sus límites en la granja de As Condomiñás (Falperra) y Teis. En el año 1400 el rey Juan II, tras la gran peste, concede privilegios y franquicias a quienes viniesen a poblar en la localidad.

Vigo cobra su vigor en el siglo XV cuando el sector de la pesca se expande en general en Galicia. Corría 1479 cuando el obispo erige la colegiata es porque «dicha villa se había mucho poblado y en gran número de gente» (mercaderes, marineros...). En 1494 consigue arrancarle junto a los de Redondela al prelado el pago de la luctuosa (prenda a la muerte) a sus párrocos aunque no el diezmo. Uno y otro documento nos hablan de un Vigo pujante algo antes del 1500. El primer centro se situaba en la llamada por entonces A Ladeira, un promontorio rocoso que se adentraba en el mar, con una magnífica playa pegada en O Areal; aquí se unían la excelente ubicación defensiva con el potencial económico pesquero.

Dos argumentos juegan a su favor: la primitiva iglesia parroquial que se encontraba en donde ahora está la colegiata, y los templos siempre estaban en lugares privilegiados y bien protegidos; segundo: el topónimo de la Plaza Vieja (hoy de Almeida), un espacio relativamente amplio, donde se asienta la Casa de los Pazos y Figueroa, configurando el foro de un lugar aún pequeño. El segundo, ya citado en 1430 como Chan dos Pelames con sus «sesegas» o puntos de amarre, es el núcleo, entonces en arco y con playa, de O Berbés, lugar marinero por excelencia, y el otro polo económico importante de la zona, que lo seguirá siendo hasta comienzos del siglo XX.

La unión entre ellos era la rúa da Faixa (actualmente Real), cuyo nombre deriva de su trazado longitudinal con casas a ambos lados, tratándose originariamente del camino costero de Santiago a Baiona; antiguamente antes de entrar en O Berbés se situaba la rúa do arco ¿tuvo Vigo una cerca que la amparase antes de las murallas de la década de 1660?.

Una prueba de la diferencia entre los dos núcleos es que todavía en 1686 los marineros de uno y otro disputaban el orden del barrio de donde saldría electo el Procurador General de la Mar, su representante dentro del Ayuntamiento

El estatus de ciudad no habrá de alcanzarlo hasta el año 1810, por privilegio debido a la actuación bélica en la Reconquista y por su inquebrantable fidelidad al rey Fernando VII, si bien la oposición de la capital provincial Tui, que puso pleito, no se ratificará hasta 1819. Según el recuento de población para crear un distrito judicial en 1813, sumaba 894 vecinos equivalentes a unos 4.000/4.500 habitantes, de ahí que por aquel entonces el título tuviera más de jurídico que demográfico-urbano; y crecerá lentamente, pues de 1840, pasados 30 años, aún solo contaba con 5.520 moradores.

Historiador y miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses