Casas con nombre y apellidos propios

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Las edificaciones más antiguas del área de Vigo han quedado ligadas a sus dueños originales

05 nov 2022 . Actualizado a las 22:43 h.

Suelen ser las casas más antiguas de las localidades y su denominación ha quedado fijada a los nombres y apellidos de alguno de sus propietarios. Tienen nombre propio y están situadas dentro de las zonas urbanas de Vigo y su área de influencia.

En la propia ciudad olívica, la casa más antigua es la que se denomina popularmente como Arines, aunque algunos expertos prefieren llamarla Casa Torre dos Pazos Figueroa. Es de 1490 y presenta elementos góticos y renacentistas. En la actualidad está declarada como bien de interés cultural, acoge el Instituto Camões y está situada en la plaza de Almeida. La actual pinacoteca, en Abeleira Menéndez, es en realidad la Casa de Arias Taboada, construida a mediados del siglo XVII, aunque este noble, en realidad, accedió a esta casa a través de su esposa María Bárbara de Figueroa Araújo, según recordaba no hace mucho el estudioso de la genealogía nobiliaria viguesas Grato Amor. En la plaza de A Constitución está la Casa de Pereira de Castro, que posee tres escudos en la fachada que da a la calle del Triunfo y fue levantada en el siglo XVIII. Y justo en frente, donde está el centro de salud del Casco Vello, se sitúa la Casa Goda, que fue rehabilitado por el arquitecto Alfonso Penela.

Bajando la calle Real, en el restaurante Fai Bistés se encuentra la Casa Méndez de Soutomaior o Méndez Goldar. En el número 12 se encuentra la Casa de los Montenegro, construida entre los siglos XVII y XVIII, y concluye el recorrido por la calle Real en la Casa de López Araújo. Su construcción está datada en el año 1763 y perteneció a los Bárcena, familia cántabra que trasladó algunos elementos arquitectónicos a esta casa. Más tarde perteneció a López de Araújo, primer ministro que dio la ciudad al Estado, y sirvió de sede a la Diputación, cuando en el siglo XIX, Vigo ejerció tal distinción administrativa. Hoy en día, tras su restauración, acoge parte del Registro de la Propiedad. Tras su restauración alguien eliminó un víctor, quizá pensando que era un símbolo franquista.

Ya junto a la iglesia de San José Obrero, en la zona de Santa Rita, se puede ver la puerta de la que fuera la Casa de Montes Castro desaparecida, incluso cambiada de sitio, debido a los enormes cambios experimentados en la esta parte de la ciudad olívica.

Baiona es otra localidad jalonada por casas de abolengo, que trasladan al plano material la rica historia del lugar. El propio consistorio responde al nombre de Casa de Correa, un edificio de mediados del siglo XVI, presidida por los escudos de armas de las familias Correa, Sotomayor y Troncoso de Lira. El nombre proviene de Lorenzo de Correa, que llegó a ser el alcalde la localidad mexicana de Cuernavaca. También en pleno centro se sitúa la Casa de Mendoza o del Deán, denominación relacionada con el deán Policarpo Mendoza. Fue construida a mediados del siglo XVIII, y hoy en día es un hotel. La Casa dos Salgados o de los Siete Bonetes fue levantada en el siglo XVI. Una de las más antiguas edificaciones de Baiona es la Casa de Ceta, que no luce buen aspecto en la actualidad. También fue conocida como la del perdón. Conserva varias labras heráldicas.

La larga historia de Tui también está referida a algunas casas antiguas, como es el caso de la Casa de Salomón, que hace referencia al rico pasado judío de la ciudad. Más curioso es el origen del nombre de la Casa de la Vara por aludir a una vara de piedra empleada antaño como medidor. Según el historiador tudense Suso Vila, la Casa Negra, del siglo XVIII, es la más interesante de la localidad por la escalera barroca de su interior y una lareira. Hoy es un hotel. La Casa do Taboado alude a una técnica medieval del uso de la madera como cierre. Del siglo XV es la Casa dos Capeláns, que conserva en su fachada las efigies de Moisés y Aarón. Se completa la serie de casas con historia tudenses con la de Nenos, de mediados del siglo XVI, uno de los primeros hospicios de España.

En Redondela, la familia Prego de Montaos construyó a mediados del siglo XVI la Casa da Torre. Actualmente, está rehabilitada y sirve como albergue de peregrinos en esta confluencia de caminos jacobeos procedentes de Portugal. La misma familia fue la impulsora de la Casa da Alfóndiga, que recibe ese nombre porque en el pasado fue lugar de almacenamiento de cereales. El Concello de Redondela destaca en su página web la presencia de la Casa de Casto Sampedro «probablemente del siglo XVIII».

En varias zonas rurales del área se encuentran numerosas casas grandes, como ocurre en Arbo con la de Almuíña o de Alemparte, así como la de las Parrochas, en Crecente, la de Picoña, en Salceda de Caselas, o la de Budiño en O Porriño. Sin embargo, este tipo de construcciones al no estar en zona urbana tienen otro tipo de características a las que se tratan en esta ruta por el patrimonio.

En el centro urbano de Cangas se encuentra la Casa Barbicas. Los expertos sitúan sus orígenes en el siglo XVI, y destaca por la presencia de un patín en su fachada. Según la tradición local, se la relaciona con la primitiva Capela do Hospital y, en el siglo XVIII, actuó como cárcel local. Hoy está rehabilitada. Cerca del mercado de abastos se sitúa la Casa da Bola, nombre que recibe por la esfera que corona su fachada. Está datada en el siglo XIX y en la actualidad tiene una múltiple actividad social debido a que acoge varias asociaciones canguesas.