Boda con traductor: un derecho para extranjeros... y gallegos

e. v. pita VIGO / LA VOZ

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La jueza de Vigo justifica llevar un intérprete porque es «lo legal»

27 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La jueza del Registro Civil de Vigo, dependiente del Ministerio de Justicia, proveerá de un intérprete de gallego-castellano a una pareja de novios viguesa, de unos 40 años, para que puedan casarse por lo civil en la lengua de Rosalía de Castro. La razón es que la magistrada solo emplea el castellano en las ceremonias nupciales, no habla el idioma vernáculo y tampoco tiene obligación legal de aprenderlo. Como solución para satisfacer a todos, recurrió a la normativa que se usa con los extranjeros que desconocen el español para que el juzgado les facilite un intérprete en sus relaciones con la Administración de Justicia. Un traductor se encargará de traducir el «Si, quero» a la jueza.

Los novios solicitaron la celebración de la boda en gallego a finales del verano pero se quedaron contrariados cuando les denegaron esa petición porque la jueza de Vigo no oficia este tipo de eventos en idiomas cooficiales. Alegó que desconocía dicha lengua y la ley la amparaba para oficiar solo en español. El 13 de septiembre les envió una providencia que aportaba una solución para cumplir su deseo.

En la carta, redactada en gallego, la magistrada les comunicó a los novios que había resuelto que «a voda se celebrará en novembro en lingua galega polo sistema de tradución simultánea, que é o legalmente admitido en Dereito e o que se utiliza pola Administración de Xustiza».

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia declinó hacer comentarios porque el Registro Civil es un órgano cuya competencia corresponde al Ministerio de Justicia.

Los novios denunciaron el caso ante la Mesa pola Normalización de Xustiza, que puso a su servicio a una abogada especializada en normativa lingüística. El presidente de la Mesa, Marcos Maceira, explicó ayer lo ocurrido: «A xuíza negouse a casalos en galego e envioulles un documento no que dicía que a única maneira de conseguilo era mediante un intérprete. Consideran ao galego como unha lingua estranxeira».

Maceira añade que la realidad es que en Vigo no se celebran bodas civiles en gallego por «unha situación persoal da xuíza, que non coñece a lingua galega, e transmite esa ignorancia aos contraentes».

El presidente de la Mesa explica que la legislación sí permite las bodas en gallego si se aplica la Carta Europea de las Lenguas, que aboga por desarrollar un proceso judicial en una lengua minoritaria si así lo pide una de las partes.

«A xuíza é a competente e é a que decide. Desde logo, en Vigo, se os seus veciños queren casar polo civil en galego, non vai poder ser. Hai unhas restricións, penso que la lexislación vulnera os dereitos lingüísticos, non é un problema individual porque a lexislación o permite», añade.

Maceira recalca que «Vigo non é un caso illado, ocorreu tamén en Santiago, depende da actitude do xuíz. O habitual é que se poidan casar en galego pero poden darse situacións irresolubles ou hai arbitrariedade coas persoas que queren casar en galego».

Tras hacer pública su denuncia, ahora los novios solo desean casarse «con normalidade» y «fóra diso», olvidar la polémica.