El cierre de la creperie Annaick deja a Vigo sin embajada gastronómica de la Bretaña francesa

Begoña Rodríguez Sotelino
b. r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El responsable del céntrico local de las filloas de trigo sarraceno y la sidra típica de la región baja la verja porque tras la pandemia y la factura eléctrica, no le salen las cuentas

26 oct 2022 . Actualizado a las 00:07 h.

El anuncio del inminente cierre de la Creperie Bretonne Annaick para el próximo domingo, 30 de octubre, deja a Vigo sin su embajada de la Bretaña francesa en Vigo. El establecimiento, que es actualmente la única crepería especializada de la ciudad, abrió sus puertas en el 2009, hace trece años, pero no ha resistido los envites de la pandemia, seguidos por los arreones de las facturas de la energía eléctrica. Por ello, su responsable, Jean Luc Nodet, ha decidido bajar la verja para siempre de su local en Urzaiz, 47.

Oscar Vázquez

El hostelero mantendrá el local que abrió hace un par de años en Patos (Nigrán), pero deja con pena el emblema bretón que le trajo a la ciudad y que decoró con sus propias manos con objetos reciclados, desde las lámparas a un autobús a un Seat 600. «Podría quizás ir tirando hasta Navidad, pero sería prolongar la agonía», asegura después de haber hecho mil cuentas sin que le salgan desde hace muchos meses. «Nos ha llegado un recibo de la luz que casi triplica al anterior y así no podemos resistir porque desde la pandemia, no hemos recuperado a nuestra clientela. La facturación que tenemos ahora es la mitad de la que teníamos», afirma.

Al descalabro se suma el hecho de no tener espacio para más que dos mesas en terraza, y las pretensiones de los dueños del local de subir el alquiler alegando la cercanía de Vialia. Pero Nodet opina que no les beneficia esa proximidad: «Es otro tipo de clientela, jóvenes que buscan fast food. Nada que ver», lamenta.

XOAN CARLOS GIL

El francés espera que alguien toma las riendas del local. «Una tapería o algo así creo que podría funcionar. Yo no puedo seguir generando pérdidas», asegura.

La Creperie Bretonne Annaick se ha encargado de llevar a Vigo la gastronomía de la región hermanada con Galicia a través de la música y el paisaje. Nodet, aunque nació en Nancy, en la región de Lorena, lleva media vida haciendo crepes de trigo sarraceno y descorchando sidra para sus clientes, entre los que se encontraba el músico Carlos Núñez.