SOS: ¡Estos edificios se caen!

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

En el área de Vigo hay seis elementos patrimoniales incluidos en la lista roja de Hispania Nostra

22 oct 2022 . Actualizado a las 23:57 h.

La ingente cantidad de patrimonio histórico y artístico existente en España lleva inevitablemente a que exista el riesgo de perder elementos más o menos significativos. Aunque corresponde a sus propietarios asumir la responsabilidad cultural y patrimonial de afrontar su cuidado y, si es posible, su restauración, en España existe un Pepito Grillo que se encarga de poner el foco, con la ayuda de la ciudadanía, en el estado de esos bienes que, en cierta manera, nos recuerda quiénes somos. La asociación Hispania Nostra ha logrado adquirir la suficiente entidad como para ser reconocida en esa labor de velar por el patrimonio. Su lista roja es una herramienta de participación social creada con el fin de dar a conocer, sensibilizar y actuar sobre los elementos patrimoniales del territorio español en riesgo de desaparición. Es una llamada a la acción para evitar que esa herencia se pierda y pase a la lista negra, y, por el contrario, se recupere y forme parte de la lista verde. Tres colores para designar el estado patrimonial.

En la provincia de Pontevedra hay quince elementos patrimoniales inscritos en esa lista roja. Cada uno de ellos ha sido denunciado por la ciudadanía y, a partir de ahí, un comité científico de Hispania Nostra ha analizado cada caso antes de decidir su inclusión en la mencionada lista. Así pues no es una veleidad aparecer en la mencionada nómina. De esos quince elementos, seis están ubicado en el área de influencia de Vigo.

Dentro de la propia ciudad está La Panificadora, incluida entre el patrimonio industrial. La antigua fábrica de pan y harinas fue diseñada arquitectónicamente a principios de los años veinte del pasado siglo por Manuel Gómez Román, mientras que las cuestiones relacionadas con la ingeniería fuero asumidas por Otto Werner. Se trata de un edificio de propiedad privada, que el Concello de Vigo ha tratado de transformar no se sabe muy bien en qué, pero que no lo ha conseguido debido a que el convenio firmado hace unos años con la propiedad acabó en una disputa legal. Mientras tanto, el edificio sigue expuesto al pasado del tiempo y al abandono de cualquier medida de protección que evite su derrumbe.

Al otro lado de la ría, en Cangas, se encuentra el segundo edificio incluido en las advertencias de derrumbe de Hispania Nostra. Es la antigua fábrica de conservas de Massó, abandonada desde los años noventa del siglo XX. Se encuentra en un estado de conservación realmente malo, de total abandono, sin que la propiedad, en manos privadas, tampoco reaccione. En este caso, los expertos de la asociación defensora del patrimonio destaca no solo su valor arquitectónico, sino también los estrechos lazos incluso sentimentales que mantiene con la población de Cangas.

Antes de estar ubicado en Vigo, el Colegio Santiago Apóstol de la Compañía de Jesús estuvo en Camposancos, en A Guarda. Allí se construyó un enorme colegio en el último tercio del siglo XIX, que estuvo a punto de convertirse en la universidad de los jesuitas antes de que existiera la de Deusto. Durante la guerra civil, estas instalaciones fueron utilizadas por las tropas franquistas como campo de concentración para quienes estaban en contra del golpe de Estado. Su estado actual es de abandono, aunque tuvo algunos arreglos, pero no estructurales, años atrás.

Siguiendo río arriba el Miño llegamos a Crecente. En la parroquia de Albeos, donde se encuentran las ruinas del monasterio de San Paio, cuyos orígenes se remontan a principios del siglo XIII. Esta joya del románico está a punto de entrar en la lista negra de Hispania Nostra, la catalogación que la asociación realiza de aquellos elementos del patrimonio que ya no son recuperables de ningún modo. Además, desde su abandono, ha sufrido graves expolios de elementos artísticos.

Curiosamente, el diminuto municipio de Mondariz-Balneario acoge los dos últimos elementos patrimoniales del área de Vigo incluidos en la mencionada lista roja. El primero de ellos se corresponde con el jardín histórico de Gran Hotel, «el más importante de Galicia según la arquitecta e investigadora especialista en los balnearios gallegos, María A. Leboreiro Amaro». Este jardín no está en la lista por su abandono, sino porque corre peligro de ser recalificado, con el consiguiente movimiento urbanístico que conllevaría. Se da la circunstancia que en él se encuentran partes del desaparecido monasterio de Casteláns, en Covelo. Así, es posible ver fuera de contexto varios arcos románicos, como el que ilustra esta información.

El último elemento incluido en la lista es la Fuente de Troncoso, también en Mondariz-Balneario, una obra del arquitecto Antonio Palacios. Sin embargo, en las últimas semanas, y tras varias denuncias públicas, la Xunta de Galicia anunció que el próximo mes comenzarían los trabajos de rehabilitación para los cuales destinó medio millón de euros. De ir todo según lo previsto, en no demasiado tiempo esta fuente podría pasar a la lista verde de Hispania Nostra. En esa nómina se encuentra el monasterio de Santa María de Oia, un enorme complejo arquitectónico en manos de una empresa.

Este monasterio ha salido en los últimos tiempos de la lista roja debido a las intervenciones experimentadas en él. Además, tiene un régimen de visitas. La empresa propietaria de estas instalaciones dispone de una página web donde ofrece amplia información y cómo reservar las visitas.