Los vecinos llevan más de 10 años festejando así la Hispanidad
16 oct 2022 . Actualizado a las 19:05 h.El Día de la Hispanidad, decenas de ciudadanos se percataron por primera vez de que sobre la azotea de las torres Ifer de García Barbón ondeaba una gigantesca bandera de España. La tela roja y gualda sigue en lo más alto del inmueble que ahora, desde la terraza del complejo Vialia en Vía Norte, está mucho más expuesto a las miradas de los usuarios.
Colgar banderas es algo más que habitual en cualquier vivienda. Balcones, ventanas y terrazas, se utilizan a menudo a título particular, para compartir filias o hacerlas saber al resto de la sociedad. Lo más inusual es poner de acuerdo a una comunidad de vecinos para ponerse todos bajo una misma bandera. Y más cuando son 88 viviendas en una de las torres y 92 en la otra, que con una media de tres habitantes por cada una, arroja una media cercana a las 700 personas. Pero en su caso, no hay roces.
La comunidad de las torres de García Barbón 62-64, que alojan en su planta baja al Círculo Financiero de Vigo y tiene 400 plazas de garaje en sus sótanos, luce durante la semana del 12 de octubre desde hace una década la bandera española sin conflicto alguno.
«Lo de poner o no la bandera es algo que no llevamos a las reuniones porque no es necesario. Yo llevo casi 20 años de presidente y la ponemos por iniciativa de varios propietarios, desde hace aproximadamente unos diez. Conozco a mis vecinos y sé que es un símbolo que nos une a todos, entiendo que a alguien le pueda molestar, pero es una minoría que además nunca se ha quejado», explica Jesús Manuel Domínguez, que argumenta que en otros países no tienen ese problema y lamenta que en el suyo . «Con más motivo la ponemos porque creo que debemos trabajar en ese sentido, en que nos una y no nos divida», cuenta el longevo presidente.
El estandarte de la españolidad es una donación de un vecino del edificio y según aclara, tiene el tamaño máximo de las oficiales, que aparecen consignadas en el BOE. «La de la plaza Colón en Madrid es especial, no entra en esas medidas, pero la nuestra es la más grande de las oficiales», asegura calculando que mide alrededor de cinco por dos y medio metros.
Quejas, pero por tardar
Jesús asegura que este año, como tardó en ponerla, ya tenía detrás a residentes protestando por el retraso. «Tiene tirón y la pongo orgulloso», afirma. De todas formas, el propietario asegura que ha observado en Vigo alguna otra comunidad en el barrio de Coia, cerca del hipermercado, donde también luce el emblema nacional que además mantienen durante todo el año. «Nosotros, en cambio, la colocamos durante unos días, pero en cuanto comienza a hacer mal tiempo la retiramos para que no se nos estropee», explica.
Las torres Ifer tienen mucha vida y destacan por iniciativas curiosas. Por ejemplo, en su jardín nació el precursor del dinoseto, el Mickeyseto, que se plantó por iniciativa de los vecinos en el 2004. El mismo jardín albergó hace un lustro a una gallina de la raza Polverara, de origen italiano, que alegraba los paseos de los viandantes y era la atracción favorita de los niños del colegio García Barbón. También sintieron la pérdida del gran castaño que sobrevivía ante su garaje y que a pesar de que era de propiedad municipal, se encargaban de cuidar «porque el Concello de Vigo lo tenía abandonado». Un temporal lo partió en dos y fue el día en que el árbol sí recibió rápida asistencia de los operarios de parques y jardines para retirar sus restos de la vía pública.