Echan a Vigo del Pacto de las Alcaldías por el Clima

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

El Ayuntamiento acordó en el 2011 crear un plan para actuar de manera urgente y no lo ha iniciado aún

02 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En el 2011 Vigo fue la primera ciudad de Galicia en firmar el Pacto de las Alcaldías por el Clima; en el 2022, Vigo es la primera ciudad expulsada de dicho pacto. La plataforma Vigo por el Clima conecta ambos acontecimientos en esta pequeña historia. Dicho pacto de las alcaldías (Covenant of Mayors) nace a nivel europeo en el 2008 como una red de ciudades comprometidas con la emergencia climática y con el apoyo de la propia Comisión Europea. Posteriormente, pasa a constituirse en el Pacto Global de Alcaldías por el Clima y la Energía. Las ciudades adheridas figuran en el listado europeo, estatal y gallego. Las alcaldías firmantes se comprometían a reducir los gases de efecto invernadero, aumentar su resiliencia, prepararse para los aspectos adversos del cambio climático y abordar la pobreza energética como una acción clave. Como firmante del pacto en el 2011, la corporación municipal de Vigo adquiría el compromiso de elaborar en dos años, hasta marzo del 2013, un Plan de Acción Climática y Sostenibilidad Energética de forma participada con la ciudadanía e implantarlo en la ciudad.

Más de once años después de la adhesión, y pasados nueve desde el vencimiento del plazo límite para su implantación, el gobierno municipal no tiene iniciados los primeros pasos del proceso. Vigo tampoco ha reportado ninguno de los documentos requeridos por el Pacto de las Alcaldías. Todo ello ha tenido como consecuencia que la adhesión de Vigo esté oficialmente suspendida y ya no figure en el listado europeo oficial hasta que se cumplan los compromisos adquiridos. Las organizaciones que forman la plataforma ciudadana Vigo por el Clima destacan que el gobierno municipal no cumplió con ninguno de los deberes que la ciudad tenía hasta marzo de 2013. No hay una estrategia con visión a largo plazo que incluya objetivos de mitigación y adaptación al clima. No se realizó un inventario de emisiones de base, cuantificando la energía consumida y emisiones emitidas (el último es de 2012). Tampoco se hizo una evaluación de riesgos y vulnerabilidad climáticas, identificando y evaluando los riesgos y sectores vulnerables. No hay ninguna actuación local emprendida en materia de mitigación, adaptación y pobreza energética; en consecuencia no hay informes de seguimiento de la implantación de actuaciones y de reducción de las emisiones.

Peticiones urgentes

Las organizaciones que conforman Vigo por el Clima demandan el cumplimiento estricto e inmediato de los compromisos adquiridos en la carta de adhesión: establecimiento de objetivos de reducción de gases de efecto invernadero a medio y largo plazo, más ambiciosos que el mínimo exigido por la Unión Europea. También la reducción cuando menos de un 55 % en el 2030 con respecto a 1990, y neutralidad climática en el 2040. A mayores, la apertura de un proceso participativo a todos los niveles para implantar esta visión y actuar ahora para acelerar la transición necesaria. Vigo por el Clima también denuncia que esta manera de actuar del Concello no es un hecho aislado; en septiembre de 2019, el pleno municipal aprobó por unanimidad una Declaración de Emergencia Climática. Se establecía que el Ayuntamiento adaptaría sus normas para contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero y detener la pérdida de biodiversidad, apostando por una energía 100% renovable poniendo en funcionamiento las herramientas necesarias.

Dicho acuerdo implica frenar nuevas infraestructuras fósiles y articular políticas reales para una movilidad sostenible. Nada de esto se hizo desde entonces. De nuevo Vigo fue el primer concello gallego en aprobar una declaración semejante y también el primero en incumplirla. Vigo por el Clima está integrado por las organizaciones ecologistas Adega, Amigos da Terra, Verdegaia, Fridays for Future, Greenpeace, Ecoloxistas en Acción y por los colectivos vecinales Bembrive en Pé y Avibe de Beade.