El Concello de Vigo limita la duración de las interinidades para evitar denuncias

Ángel Paniagua Pérez
Á. Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Las personas que aprueban una oposición (en la imagen, una en el Ifevi) pero que no logran plaza entran en la lista de reserva
Las personas que aprueban una oposición (en la imagen, una en el Ifevi) pero que no logran plaza entran en la lista de reserva XOAN CARLOS GIL

Pone un tope de tres años para los contratos temporales e impone nueve meses de espera desde que alguien termina un relevo hasta que lo pueden llamar para el siguiente

19 sep 2022 . Actualizado a las 21:45 h.

Los últimos contratos de funcionarios interinos que ha firmado el Concello de Vigo incluyen la prohibición expresa de que la relación laboral se prolongue más allá de tres años. Es algo que responde a una nueva normativa interna, aprobada este verano por el gobierno local. Si un interino estuviese contratado en el m ismo puesto durante tres años y un día, se convertiría en indefinido no fijo. Esto significaría que tendría derecho a ocupar la plaza hasta que el Ayuntamiento contratase a otro funcionario a través de una convocatoria pública de empleo, un proceso que siempre es largo.

Para evitarlo, el gobierno local ha aprobado una normativa que hasta ahora no tenía. Las instrucciones que estaban vigentes hasta ahora no especificaban un límite de duración para las sustituciones. La nueva norma insiste a todos los servicios que pongan especial cuidado: «Con especial intensidade [el Concello] coidará [de] que, en ningún caso poidan producirse situacións de encadeamento de nomeamentos ou contratacións temporais posteriores aos dos tres anos de duración».

En junio del año pasado, el Tribunal Supremo dictó una sentencia que estipula que el tiempo máximo que un interino puede ocupar una vacante en el sector público en España es de tres años. Los sindicatos calculaban entonces que unos 800.000 trabajadores tenían contratos temporales. La decisión del Supremo llegó motivada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que consideró ilegal que se permitiera superar ese plazo, como ocurría hasta entonces. Tras los fallos judiciales, el Gobierno aprobó un real decreto que establece que el cese del interino debe ser automático a los tres años y que en ese momento las vacantes las debe ocupar un funcionario de carrera. La única excepción que permite a un interino seguir más de tres años es que esté en marcha la convocatoria pública para ocupar la plaza.

Pero ese real decreto tiene que aplicarlo cada Administración. Por eso, el Concello acaba de adaptar sus normas. En algunos casos, van más lejos que lo que ordena el Gobierno. Porque la norma estatal no indica, por ejemplo, cuánto tiempo tiene que transcurrir desde que un interino deja un contrato para que se le pueda volver a llamar. Si fuese despedido cuando está a punto de cumplir tres años y dos días después lo volviesen a contratar para la misma plaza, se vulneraría el espíritu de la norma.

Para evitar casos así, el Ayuntamiento también especifica que cuando un interino ha estado contratado por el Concello y el contrato se acaba, no puede volver a ser llamado en los nueve meses siguientes. Si la sustitución dura menos, el tiempo de espera es proporcional. La nueva normativa lo justifica así: «Se establece un período de nove meses ante o vacío normativo para supostos diferentes á acumulación de tarefas [se refiere a los contratos para reforzar un área, diferentes de las interinidades por sustitución], ao considerar que é período suficiente para considerar interrompido o tempo de prestación de servizos». En otras palabras, un trabajador podría denunciar por haber ido acumulando contratos y, con ello, superar los tres años de tiempo máximo; para evitarlo, y como la normativa estatal no lo estipula, ordena esperar nueve meses. Y lo eleva a un año y medio en los casos en los que el funcionario haya ocupado una interinidad no en una plaza que estaba vacante, sino en un contrato para reforzar puntualmente una área.

El Ayuntamiento tiene una plantilla teórica de 1.370 plazas, entre las que existen 301 vacantes. Sumando la Gerencia de Urbanismo, el presupuesto en personal es de 79 millones este año.

37 trabajadores del Ayuntamiento han logrado que el juez los convierta en indefinidos

La figura del indefinido no fijo no es desconocida para las administraciones. Tampoco para el Concello de Vigo. Este año tuvo en su plantilla un total de 37 trabajadores que entraron con contratos temporales, que denunciaron al Ayuntamiento cuando su relación laboral se alargaba y que lograron que el juez sentenciase a su favor y el Concello tuviese que convertirlos en indefinidos no fijos. Entre ellos, hay empleados de todas las escalas, también del grupo más alto, el llamado A1.

El coste salarial de estos trabajadores, incluidas las cotizaciones, asciende a 1,7 millones de euros, de acuerdo con los informes del departamento de Recursos Humanos del Concello de Vigo.

Lista de reserva

Para contratar personal temporal, el Concello, igual que otras administraciones, utiliza un sistema que se llama listas de reserva. La forman las personas que se presentaron a una oposición y la aprobaron, pero que no consiguieron plaza porque otros aspirantes obtuvieron una nota mayor. Cuando existe una plaza vacante o bien cuando algún funcionario de plantilla coge una baja, una reducción de jornada o una jubilación parcial, el Ayuntamiento llama a las personas de su lista de reserva, por orden. También lo hace si en un momento dado tiene que reforzar puntualmente alguna área, lo que se conoce como acumulación de tareas.

En este último caso, la interinidad de tres años se puede prorrogar hasta cuatro. Además, existen limitaciones, ya que la norma no permite que estos refuerzos respondan a «necesidades permanentes de la administración», sino a cuestiones puntuales.