El activismo contra la gordofobia se abre paso en Vigo

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Dos jóvenes desarrollan el proyecto de alimentación Outro Conto basado en la elaboración de menús saludables. Este fin de semana se expanden con un concurso en el que participan once locales

17 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Alba Cobo e Isaac Pujales son dos jóvenes vigueses de 24 años que han enarbolado la bandera de la alimentación saludable y consciente, con un proyecto que lleva meses cocinándose y que este fin de semana se expande por toda la ciudad. Un sorteo en el que colaboran once locales y una acción informativa envuelta en libros donados por cientos de personas tienen por objetivo que su mensaje llegue cada vez a más gente.

La implicación de ambos se tradujo en la puesta en marcha de un servicio de menús saludables que, bajo el nombre de Outro Conto, funciona desde hace meses bajo el paraguas del proyecto social A Morada, centrado en el apoyo a mujeres cuidadoras y muchas actividades más.

Tanto Isaac como Alba llegaron al sector de la restauración centrada en la comida sana por motivos personales. Él, que había atravesado una infancia de fritos y precocinados —lo que le ponían en la mesa familiar en la que nunca se vio una verdura—, se topó de repente con el cáncer de colon que le diagnosticaron a su madre y un cambio de dieta radical en casa.

Ella, por su parte, cuenta sin tapujos sus traumas. «Siempre fui la gorda de la familia. Mi madre y yo estuvimos a dieta decenas de veces», reconoce. La joven emprendedora, que aparcó su licenciatura en Traducción e Interpretación por la Universidad de Vigo, relata que iba manteniendo a raya los kilos, pero después del confinamiento la báscula se disparó. Volvió a la nutricionista de siempre, pero en su lugar estaba otra que le enseñó un camino diferente al de las restricciones de alimentos. «Me dejaba comer pasta, legumbres, fruta, ¡de todo!, y yo pensaba: esto es rarísimo, estamos tirando el dinero», admite. «Esa doctora, Marta Losada, me abrió un mundo distinto, empezó a hablarme de la gordofobia, de la violencia estética y la cultura de la dieta que sufrimos desde pequeños, sobre todo las mujeres. Para mí, fue tal liberación que necesité compartirlo con otras personas. Saber que le ocurre a mucha gente te hace sentirte mejor, ves que no es un problema solo tuyo», admite la joven. 

Reserva con antelación

De esas dos experiencias nació Outro Conto. De su cocina alquilada en el local de la cooperativa A Morada (calle Enrique Xabier Macías, 6) salen cada día decenas de pedidos. La pareja se puso las pilas haciendo cursos, aprendiendo técnicas y siguiendo pautas de conocidas divulgadoras como la doctora Odile Fernández.

Isaac, que estudiaba Química Ambiental y no había cocinado en su vida, empezó a hacerlo para llevarle táperes a su progenitora, y Alba le siguió, formándose también sobre aspectos de la nutrición. «Aprendimos mucho y nos enamoramos de este tipo de cocina», reconoce Alba, que cuenta que quisieron crear un proyecto que «habla también mucho de la relación que hay entre las emociones y lo que comemos» y, sobre todo, quiere desmontar «la falsa idea de que comer saludable es aburrido, soso e insostenible». La responsable de Outro Conto indica que a menudo se asocia comer sano con estar a dieta de verduras hervidas y pollo a la plancha. «Pero es mucho más», advierte.

La filosofía del espacio culinario incluye evitar las prisas, en contraposición a la inmediatez de otro tipo de servicios de hostelería. Los platos los elaboran ellos a cuatro manos, por eso se requiere reserva con mucha antelación. «Hay que hacerla la semana anterior a la que quieres consumirlos, independientemente de si la clientela quiere que le llevemos el pedido a casa, lo recoge en el local o se lo toma aquí mismo», explica Alba Cobo.

Los menús son veganos; sus proveedores, productores de huertas locales y todas las proteínas vegetales que utilizan son de cultivo ecológico. La mayor parte de sus clientes se llevan platos para toda la semana (de lunes a viernes) e incluso tienen suscripciones mensuales. «Lo más habitual es que cojan para un mínimo de tres días porque salen más baratos y porque están planteados para crear un hábito». Por eso, como explican, con cada entrega incluyen un sobre que contiene ejercicios, consejos o reflexiones sobre la alimentación intuitiva o la aceptación corporal que promueven «para que sea una inversión en algo diferente y no un gasto en comida rápida».

Para los que no se acuerdan o no son tan previsores, anuncia que van a tener los miércoles de pizza sin gluten y vegana, para lo cual no es necesario hacer reserva previa.

Yincana en once locales

Alba Cobo e Isaac Pujales insisten en que su proyecto no es solo de comida, sino que va mucho más allá. Por eso, además del agotador trabajo en redes de que se ocupa ella, han ideado una acción formativa e informativa que comenzó ayer. Se trata de una yincana de autocuidado en la que participan once locales: Café Uf, A Morada, Tinta Negra, La Contenedora, Bar Princesa, Librería Versus, C’alma Fruit, Batallón, Kominsky y Vaidhé. En cada uno han colocado códigos QR con preguntas relacionadas con la comida y el cuerpo. El premio: un mes de comida gratis para quien más puntos acumule y el libro 10 gritos contra la gordofobia, de Magdalena Piñeyro. Además, las principales calles y plazas de Vigo aparecerán hoy llenas de libros procedentes de donaciones de particulares, forrados con mensajes de Outro Conto.