Muse, la realeza del rock británico, hizo temblar Balaídos en una noche histórica

Begoña Rodríguez Sotelino
Begoña R. Sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Xoán Carlos Gil

17.000 personas disfrutaron en el estadio vigués de un «show» espectacular

09 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Tener a los británicos Muse apenados por la muerte de la reina de Inglaterra sobre el escenario vigués del estadio municipal de Balaídos ya convertía la jornada musical en doblemente histórica.

Si juntásemos los escupitajos que Iggy Pop lanzó durante su actuación en la anterior cita Xacobea celebrada en la Estación Marítima de Vigo con el God save the Queen de Sex Pistols, el resultado sería realmente punk. Pero fue el rock cuya intensidad sónica se siente entre el corazón y el estómago lo que golpeó como una onda expansiva que explotó en los tímpanos de las cerca de 17.000 personas que presenciaron el espectáculo de una banda que destaca en la pléyade actual por sus impresionantes directos.

El concierto arrancó con la impresionante tralla rítmica de Will of the People, tema con el que se abre su recién estrenado noveno disco de título homónimo. Después, el grupo quiso ofrecer un pequeño y emotivo homenaje a su soberana con un riff con el himno británico que dio paso a la interpretación de Hysteria.

Entre la veintena de canciones de la banda sonaron éxitos como Won't stand down, Interlude, Psycho, las populares Supermassive black hole (que formó parte de la banda sonora de la película Crepúsculo), Time is running out y Uprising, que puso al público de Balaídos a rugir haciendo coros. Knights of Cydonia, la favorita para cerrar sus shows, también se escuchó en el estadio vigués en una noche pletórica de energía.

La configuración del escenario, con una pasarela que se adentraba hacia el público en la pista, convirtió el concierto en una actuación aun más cercana aderezada con artificios, juegos de luces, sorprendentes filigranas lumínicas y un repertorio brutal. El alma en el aire de Alejandro Sanz fue el último directo que se vivió sobre este manto verde. Hacía 21 años que el espacio sagrado del fútbol local no vibraba más que con coros de goles, uys, ays y demás exclamaciones para ocasiones ganadas y perdidas en las porterías. Muse resarció a los espectadores de esa larga ausencia con el Concierto del Xacobeo 21-22 que puso el broche al verano con la sobredosis lírica de la garganta de Matt Bellamy.