Primer día del tren gratuito: «Me cambia la vida. De alquilar un hostal en Vigo puedo pasar a vivir en A Coruña y viajar allí»

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Sonia, Iria y Tomás, que esta mañana estrenaron sus abonos gratuitos para viajar en los trenes del Eje Atlántico. En la imagen, en el trayecto de Vilagarcía a Pontevedra
Sonia, Iria y Tomás, que esta mañana estrenaron sus abonos gratuitos para viajar en los trenes del Eje Atlántico. En la imagen, en el trayecto de Vilagarcía a Pontevedra María Hermida

Iria, Tomás y Sonia le ponen cara a la nueva medida del Gobierno a bordo de un ferrocarril del Eje Atlántico. Ellos no se han topado colas. Pero otros se quedaron sin plaza o se enfadaron con la aplicación de Renfe, que está colapsada

01 sep 2022 . Actualizado a las 10:54 h.

8.50 horas. La megafonía anuncia la llegada inminente del tren procedente de A Coruña y con destino a Vigo en la estación de Vilagarcía de Arousa en este jueves 1 de septiembre en el que se estrena la gratuidad de los desplazamientos en ferrocarril aprobada por el Gobierno. A esa hora, no hay colas para formalizar billetes ni aglomeraciones en el andén. Pero un operario de Renfe señala: «Se han agotado las plazas para los trenes que van a Santiago, ya tenemos dos o tres llenos. Con los que van hacia Vigo hay más suerte, todavía quedan asientos libres, pero se acabarán llenando seguramente». 

Llega el tren y comienza la subida de pasajeros. En este trayecto no hay ni media entrada. Sobran asientos libres para viajar hacia Pontevedra o Vigo. Pero, aún así, hay un poco más ambiente de lo normal. Lo cuenta Iria, una funcionaria de Vilagarcía. Se le nota que no es novata en desplazarse en tren. En el bolso lleva un termo de café y unas galletas y sube con calma y en el último minuto al vagón. Trae la sonrisa puesta de casa: «Vivo en Vilagarcía y llevo muchos años trabajando fuera, primero en Vigo, luego en Santiago y ahora en Pontevedra. Siempre suelo ir en tren y esta gratuidad supone un ahorro importante. Me parece una buena medida y por lo que veo en personas cercanas que hasta ahora iban en coche a Santiago o a Vigo se van a animar a probar esta forma de viajar, así que se está incentivando el uso del transporte público». Iria cree que una vez que se prueba el traslado en tren ya no se quiere volver al coche: «Son minutos de descanso, en los que puedes tomarte el café tranquilamente o incluso ver un trocito de una serie en el móvil», dice ella, haciendo bueno eso que cantó Víctor Jara de que la vida puede ser eterna en cinco minutos... porque en realidad sus viajes solamente duran 14. Pero no son pocos minutos para desconectar en esta vida que suele viajar a galope. Si tiene que reivindicar algo, anima a las Administraciones a ponerse las pilas para complementar las redes de transportes públicos: «Sería importante tener autobuses con frecuencias adecuadas cerca de las estaciones de ferrocarril para poder desplazarse con facilidad hasta los puestos de trabajo», señala. 

El destino sienta a Iria en el tren enfrente de Tomás, que ha salido bien temprano de la estación de A Coruña y viaja hacia Vigo mientras escudriña datos de una noticia económica de un periódico en papel. Tomás es trabajador del sector de la biotecnología. Vive en A Coruña y suele teletrabajar. Pero dos veces por semana tiene que desplazarse a Vigo. Desde hoy, y de momento hasta el 31 de diciembre, le salen gratis esos viajes tras haber adquirido el nuevo abono. «Me gusta esta medida del Gobierno, hay otras que no, pero esta concretamente me parece adecuada. Yo puedo hacer cálculos fácilmente y, si esto se mantiene todo el año, ahorraré como poco unos 900 euros. Me parece un ahorro cuantioso», indica. Tomás echa un vistazo al vagón y no le parece que haya más viajeros que en otras ocasiones. Tampoco sufrió colas ni aglomeraciones en la salida del ferrocarril en A Coruña. 

Igual que él, hacia Vigo y también con salida desde A Coruña, viaja en un asiento cercano Sonia. Ella es profesora. Da clases en ciclos formativos del sector textil. Y todavía no sabe en qué lugar tendrá la plaza este curso. Puede que le pase lo mismo que el año anterior, cuando le asignaron un centro de Vigo. Y, entonces, cree que la medida del Gobierno de la gratuidad de los trenes le facilitará mucho las cosas: «Me cambia la vida. De alquilar un hostal para trabajar en Vigo puedo pasar a vivir en A Coruña y viajar hasta allí. Es una hora y veinte de trayecto, a nada que se me adapten los horarios puedo hacerlo perfectamente», señala mientras se arropa con un fular en esta primera jornada de septiembre en la que la lluvia al fin saluda por la ventanilla del tren. 

Laura, vilagarciana y camarera de pisos en Pontevedra, también ha cogido el tren de las 8.50. A ella se le nota que es novata en estos desplazamientos. Como muchos, se ha topado con que la aplicación de Renfe lleva al menos desde ayer por la noche colapsada y es imposible formalizar billetes. Así que le tocó hacerlo en la propia estación. Por suerte, no se topó con colas. Siempre había viajado en coche para trabajar. Se cambió al tren por la gratuidad y no le disgusta la medida, aunque los horarios del ferrocarril no se amoldan de todo a sus turnos de trabajo. Esta mujer señala: «Lo de los trenes no me parece mal, pero creo que sería mejor que no dejasen que subiesen tanto todos los precios en general. Eso sí que sería mucho más positivo que esto», opina. 

Buena parte de los beneficiarios de la medida son universitarios que ante la necesidad de desplazarse no dudan en solicitar la prestación. «Eu saqueino o domingo porque. Hasta ahora viajaba en autobús: «Viña no bus porque coa tarxeta Xente Nova de la Xunta reembolsanche os cartos que gastas, pero o tren e moito máis rápido e por iso aproveito a medida».

Son las 9.04 y la megafonía debería estar anunciando que el tren ha llegado a Pontevedra. No lo hace. Se ha quedado afónica. Quizás también esté nerviosa en este día de estreno.