Luis Arocas y Nuria Montenegro montaron a finales de los 80 Terra, única tienda especializada en deportes de montaña para satisfacer la demanda propia y ajena; su hija Erea heredó la pasión y cubre escapadas paternas
22 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Una cosa es la aventura y otra la estupidez. Juntas suelen dar mal resultado. Para evitarlo, hay que saber mucho o ponerse en manos de quienes sí saben. Algo así le ocurrió a Luis Arocas, un ourensano afincado en Vigo desde ya no se sabe cuándo, pero como mínimo los 34 años que hace que abrió en Vigo la tienda especializada en montañismo Terra Deporte Aventura. Como no había nada, creó a medida de sus necesidades la tienda que necesitaban tanto él como su mujer, Nuria Montenegro y su hermano Juan (aunque este abandonó la expedición comercial hace tiempo). Como suele ocurrir, no estaban solos y poco a poco se fueron haciendo con una clientela que antes de peregrinar a las montañas más lejanas del planeta, deambulaba por las tiendas de su ciudad sin encontrar material ni ropa técnica especializada para ir adecuadamente vestidos para las andanzas soñadas, cercanas o lejanas.
Erea, la hija de Nuria y Luis, nació entre arneses, piolets y mosquetones. «Aínda non tiña dous anos cando me puxeron os meus primeiros pés de gato», recuerda la joven de 26 que ha heredado de sus padres tanto el amor por el deporte de montaña como la habilidad para manejarse en la tienda donde nada le es ajeno. Ella está este mes al frente con el apoyo de Juanma Guerreiro, empleado y aventurero también, mientras sus padres se encuentran en algún rincón apartado de los Alpes franceses, fuera de cobertura y casi tocando el cielo con los dedos.
«Meu pai facía escalada dende os 14 o 15 anos, daquela non era nada usual. Despois coñeceu a miña nai e comezaron a facer deportes de montaña e viaxes os tres xuntos, co meu tío. Cando abriron a tenda non había case especializadas en toda Galicia», cuenta. Se escalaba con lo mínimo necesario y tampoco es que hubiera mucho mercado, clubes como Montañeros Celtas animaron la caja registradora en los inicios y el desarrollo técnico del sector contribuyó a que no desistiesen de su proeza porque en aquel momento, la aventura era montar un negocio así. Pero 34 años después, con el bum de marcas al alcance de todo el mundo a través de internet o en tiendas físicas, la de Vigo, Terra, ahí sigue, como la canción de Tanxugueiras, y «non hai fronteiras» pero sí una cercanía que mucha gente sigue prefiriendo, un asesoramiento personal para un apartado que como Erea confirma, sigue siendo escaso en toda Galicia, por lo que contar con asesoría y poder probar las cosas, cómo y para qué utilizar cada artículo, tiene su público, que les llega de todas partes. «Nós o probamos prácticamente todo», asegura.
La popularización de los deportes de montaña no solo contribuyó a que el material fuese mejor, sino que a mucha más gente tuvo acceso a esa clase de actividades hasta entonces reservadas para aventureros profesionales. Ellos siguen atendiendo a esa clientela, —entre la que se encontró en su día la alpinista viguesa Chus Lago, a la que recuerda ver por el local siendo Erea una niña de 4 o 5 años—, y a los que se quieren iniciar. Hace años incluso impartían cursos, ya que Luis es técnico deportivo de escalada y alpinismo y guía de montaña, y aunque ahora está más centrado en la tienda, se puede contar con sus conocimientos para saber a dónde acudir.
En Terra son especialistas tanto en alta como en media y baja, en escalada, hielo, nieve, barranquismo, etcétera. Según señala, los más asequibles a la hora de equiparse son el senderismo y la escalada en rockódromo.
Lo que más venden es calzado, material de escalada «e este ano, de cámping para facer o Camiño de Santiago. Chega moita xente pedindo calzado bó tras destrozarse os pés co que levaban posto». Para la familia Arocas Montenegro no hay vacaciones sin destinos donde haya algo que subir, o algo que bajar. La benjamina planea para septiembre una escapada a una isla, pero, por supuesto, con promontorio al que trepar.
Sus padres han hecho actividades de escalada y alpinismo en toda la península, verano e invierno, desde Pirineos, Gredos a Picos de Europa a los macizos más reseñables, alcanzando cumbres como el Urriello, Peña Santa, Aneto, Perdido o Vignemale. «Tamén alpinismo e escaladas, tanto en rocha como en xeo, nos Alpes e nas Dolomitas», enumera sin olvidarse de las montañas del Alto Atlas, Todra, Taghia y macizo del Hoggar, en África. ¿Cómo no llamar Terra a su establecimiento después de llevar en las suelas partículas de haber pateado medio globo?
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