La Policía Nacional visita pisos de citas en Vigo para inducir a las chicas a que denuncien

Javier Romero Doniz
J. ROMERO VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Uno de los dos chalés precintados este año en Vigo por mandato judicial para suspender la actividad.
Uno de los dos chalés precintados este año en Vigo por mandato judicial para suspender la actividad. Policía Nacional

La prostitución sigue subiendo en Vigo y su área, con al menos 80 puntos de encuentro

17 jul 2022 . Actualizado a las 12:06 h.

La persecución de la prostitución para su erradicación en Vigo implica una estrategia que no pasa únicamente por la vía judicial. La unidad contra redes de inmigración ilegal y falsedad documental (Ucrif) de la Brigada Local de Extranjería de la Comisaría de Vigo-Redondela realiza una labor de asesoramiento que supone el primer paso para, con el tiempo, realizar un trabajo más de ADN policial. El método conlleva, de entrada, manejar un censo en tiempo real de inmuebles en los que se paga por mantener relaciones sexuales; ya sean pisos, clubes, centros de masaje o chalés. Algo complejo, ya que muchos de estos puntos de encuentro son de alquiler y los responsables de montarlos, conocidos como proxenetas, rotan las ubicaciones precisamente para esquivar la presión policial. Luego, los agentes ya vestidos de paisano, los visitan.

«Esas inspecciones consisten en visitas informativas. Trabajamos con muchas oenegés y nunca ponemos el foco en la mujer extranjera. Si hay una mujer que puede ser susceptible de ser víctima, intentamos derivarla a la oenegé para que le expliquen qué le está pasando, cómo salir de esa situación; pero con gente especializada en asesoramiento y ayuda. Una vez que la chica pierde el miedo a la policía y a los juzgados, sí que hablamos con ellas. Pera esa visita informativa es para explicarles que se les puede ayudar», explican en la Ucrif antes de añadir: «Al llegar y de no abrir, nos damos media vuelta; sin orden judicial no podemos entrar. Además, quienes están muchas veces dentro de los pisos no son los responsables, y sí las chicas. Por eso vamos, llamamos y si nos abren, establecemos el contacto con mucha diplomacia».

La escenario en los últimos meses evidencia que, gracias a las últimas publicaciones en prensa, «percibimos que las víctimas por su cuenta, o través de las oenegés, han perdido el miedo a denunciar. No hablamos únicamente de que estén explotadas, si tiene un problema con un cliente porque no le ha pagado o le ha pegado, también lo cuentan. Hasta hace poco, de no pagarles, se consideraba un gaje más del oficio». Pero más allá de la pérdida del miedo a exponer su situación, el trabajo de campo de la Ucrif evidencia la prostitución en Vigo y su área sigue creciendo, con al menos 80 inmuebles en los que se paga por sexo.

De lujo

El desmantelamiento de dos chalé que ofrecían sexo de lujo en Vigo supone un éxito policial hasta el punto de que los promotores de estos negocios de explotación sexual ya se guardan de no anunciarse en las webs de contactos. Una realidad constatable que para nada indica que ese negocio concreto esté desaparecido en Vigo: «Tras las operaciones, por ahora, no hemos vuelto a localizar una estructura similar en Vigo, pero eso no implica que esté erradicado, al contrario. Se tardará un tiempo en ubicar los nuevos lugares, y en eso estamos. Puede ser en Baiona, Ponteareas u O Salnés, por ejemplo; no lo sabemos, pero erradicar nunca porque hay mucho cliente al que le interesa ese servicio y los que organizan este negocio lo saben y lo ofrecen. Chicas despampanantes que estén 24 horas y cocaína. La propia demanda genera el negocio y hay que darle salida».

Ocurrió con los dos citados chalés ya precintados por orden judicial. Se tuvo conocimiento en el 2018 de su existencia, pero tardaron entre tres y cuatro años hasta que se pudo actuar policialmente con ellos. Tiempo de trabajo en forma de seguimientos y recopilación de información que acabaron dando sus frutos.

Faraxa y Accem son las entidades que más apoyo prestan a mujeres e investigadores

La Asociación Faraxa y la oenegé Accem son las dos entidades que tienden puentes en Vigo entre las mujeres explotadas y los investigadores que trabajan para desmantelar las organizaciones que se lucran con la comercialización del sexo. Su labor desinteresada se pone en valor en el ámbito policial y judicial, pero también en el boca a boca de las propias víctimas de la trata. En el caso de Faraxa, su implicación conlleva la personación en procedimientos judiciales para ejercer la acusación particular, y demostrar a las víctimas que no están solas. Esta misma semana, en la Audiencia de Pontevedra, esta asociación, a través de su presidenta, Ana García Costas, estuvo presente en el juicio celebrado con los responsables de dirigir el Club Pigalle, en O Salnés.

Pero su labor va mucho más allá en una provincia que por su ubicación fronteriza, supone una de las puertas de entrada de chicas extranjeras al país para ejercer la prostitución. Incluso firmaron un convenio con la Xunta para ofrecen vacunas contra el covid-19 sin necesidad de contar con un expediente sanitario en el Sergas o en España. Un servicio que supone un libro abierto de datos sobre la llegada de mujeres nuevas a la ciudad en tiempos de pandemia. Y es que desde marzo del 2020, cuando irrumpió el virus, Faraxa no dejó de atender a mujeres recién llegadas a España que solicitaban su inmunización en forma de vacuna. También realiza un censo anual de mujeres, por nacionalidades, que recurren a la entidad para solicitar ayuda y denunciar las penurias que sufren hacinadas en pisos o los compromisos que adquieren con las mafias para salir de su país y llegar a España.