El tribunal ordena la readmisión inmediata de la controladora en el mismo cometido que desempeña desde febrero del 2020, al mantener que «la acción extintiva del contrato) por parte de la empresa (se produce) por represalia ante las actuaciones de la demandante, además de su afiliación sindical», a la central USCA, mayoritaria en la profesión.
El tribunal establece que la controladora no provocó perjuicio alguno, y establece que además de tener que abonarle los salarios pendientes desde su despido hasta hoy, se le indemnice con 15.000 euros. La trabajadora reclamaba 60.000, cantidad similar a la inversión media necesaria para formarse como controlador aéreo. La sentencia rebaja dicha suma por la edad de la demandante, las dolencias provocadas y antigüedad en el puesto.