SOS en Vigo para alimentar a más de cien personas

Alejandro Martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M. MORALEJO

El comedor social Misión del Silencio anuncia que cerrará en cuatro meses si no recibe ayudas para pagar las nóminas y la factura de la luz

28 jun 2022 . Actualizado a las 10:53 h.

Les avala una trayectoria de 45 años ayudando a los más necesitados en Vigo, pero hasta aquí. No pueden continuar su encomiable labor por falta de recursos. El comedor de la Misión del Silencio carece de ingresos para hacer frente al pago de las nóminas de sus cuatro trabajadores y de las facturas de la luz y el teléfono. Lo expresa con enorme tristeza la hermana Guadalupe Egido: «La situación empieza a ser insostenible porque de seguir así, si no recibimos ayuda económica, en cuatro meses nos veríamos obligadas a cerrar nuestras puertas». Lo que está en juego no es una cuestión menor: alimentar cada día a cien personas en sus instalaciones y a 20 familias llevándole la comida a casa.

De momento, las puertas de la Misión del Silencio siguen abiertas para ellos como siempre lo han estado. Con su plantilla y la ayuda de voluntarios y voluntarias que cada jornada elaboran los menús que, en su cocina, sirven en dos turnos de lunes a sábado. La hermana Guadalupe recuerda que su filosofía «sigue intacta: ayudar a las personas, tratándolas como tales incluso en los momentos más vulnerables de su existencia». Por eso facilitan «una comida sana y saludable, equilibrada y en un ambiente en el que se sientan cómodas».

El año pasado servían 150 comidas diarias que, en el contexto de la pandemia, se preparaban para llevar mientras el comedor permanecía cerrado por las restricciones sanitarias. Fue «un momento crítico en el que tuvimos claro que no podíamos dejar de prestar nuestra ayuda y en el que aumentó la demanda porque el covid zarandeó económicamente a muchas familias». Ahora son un centenar los que se sientan a la mesa en sus instalaciones del número 39 de la calle Urzaiz, a las que también se les da un bocadillo para llevar, y esa otra veintena de familias a las que prestan auxilio a domicilio, con niños de por medio.

La responsable de la Misión del Silencio asegura que, a lo largo de estos años, la solidaridad de empresas y de la ciudadanía a la hora de aportar comida «ha sido y es fantástica». Lo que ocurre, añade, es que las necesidades cada vez son mayores y los ingresos menores. Anuncia la puesta en marcha de una captación de donativos a nombre de la entidad que dirige. «Cualquier cantidad, grande o pequeña, será bienvenida y solo espero que se siga demostrando la solidaridad y generosidad que siempre ha caracterizado a los vigueses».

Los interesados e interesadas en convertirse en «socios solidarios» de la Misión del Silencio podrán entregar su aportación económica en la cuenta de Abanca ES24 2080 5100 1330 0003 0632. Su intención es organizar algún evento solidario, sin dejar de hacer un llamamiento a las administraciones para que se rasquen el bolsillo.